A causa del desastre en Japón, la posibilidad de problemas en las cadenas de producción de industrias como la de autopartes y empresas de alta tecnología por falta de insumos es un riesgo a considerar en México, señaló BBVA Research México, el área de investigacion de la institucion financiera.
En un análisis BBVA Bancomer señaló que el país asiático ocupa un lugar clave en dichos sectores, y un papel relevante en algunos estados como Aguascalientes, Baja California, Chihuahua y Nuevo León.
‘Así, la posibilidad de problemas en las cadenas de producción de estos sectores por falta de insumos es un riesgo a considerar en México, habiendo que estar atento a su evolución en las próximas semanas’, agregó el informe.
Lo anterior, a pesar de que las importaciones provenientes de Japón representan 5.5% del total, aproximadamente 1.3% del PIB; mientras que en el caso de las exportaciones equivalen al 1.0 y 0.2%, respectivamente.
En cuanto a la inversión extranjera directa de empresas japonesas en México, en la última década representó 1.0% del total.
Sin embargo, el estudio agregó, Japón ocupa un lugar clave en industrias como las de autopartes y empresas de alta tecnología.
De acuerdo con indicadores de la Secretaria de Economía, el 90% de las compras de México en Japón tienen que ver con bienes intermedios o de capital, tales como acero, auto partes, semiconductores, paneles para televisores de plasma, entre otros.
El intercambio comercial que tiene Japón con México está vinculado a las exportaciones no petroleras, las cuales representa alrededor del 0.7% del total, nivel que se ha mantenido virtualmente sin cambios desde principios de la década pasada; mientras que las importaciones, las compras a Japón representan un 5.5% del total de las importaciones no petroleras.
Los productores de automóviles instalados en México esperan resentir el efecto en unos meses.
Datos de la Industria Nacional de Autopartes señalan que la importación de autopartes de Japón representa 8% del total de insumos importados en la industria aunque el efecto negativo podría empezarse a sentir en unos seis meses.
*Fuente: www.mexicanbusinessweb.com/ El Economista/ Milenio
22/03/2011 22:10