| Festejo en el marco del XIX Concurso de Elegancia |
• Leonardo Marchetti y Jean Pierre Limondi de Alpine
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En el marco del XIX Concurso Internacional de Elegancia para Autos de Colección, se conmemoró el cincuenta aniversario de dos grandes clásicos: Renault Alpine y Ford Thunderbird.
Leonardo Marchetti, entonces ingeniero en Diesel Nacional (Dina), recuerda cuando arribo a nuestro país el automóvil francés. “Yo trabajaba en Dina, empresa fundada en 1951 por un acuerdo con Fiat, cuando llegó el Alpine a México. En ese entonces era presidente el licenciado Miguel Alemán. Las cosas marcharon bien de 1951 a 1960, cuando las relaciones entre ambas empresas se deterioraron”.
Posteriormente Diesel Nacional pidió a Renault que se anexara a ella para sacar provecho de las instalaciones que dejó Fiat. Las relaciones entre Dina y Renault siguieron hasta 1985. En ese espacio se hizo una planta en Norte 45 de Industrial Vallejo, para armar el Dina Alpine, aunque después se utilizó únicamente Alpine porque Dina desapareció.
También Jean Pierre Limondi ingeniero de la casa matriz de Alpine en Francia llegó a tierra azteca para trabajar en el proyecto. Recuerda que cuando fue contratado por la empresa francesa era muy joven: “Entré a finales de 1963. Cuando me contrataron sabía que era para venir aquí al arranque de fabricación del Alpine. Yo tenía 24 años y para mí era una aventura fenomenal”.
Pasaron seis meses de su arribo a México y en 1964 ya estaba rodando un coche diferente en nuestras carreteras. Jean Pierre Limondi señala que tuvo suerte de encontrar aquí gente capaz y entusiasta para sacar adelante el proyecto automotriz.
Entrevistado en exclusiva para Alianza Automotriz Jean Pierre recuerda algunos pasajes de aquella época. “Trabajamos en buenas condiciones, sin embargo, lo difícil era fabricar una carrocería con material que no se dominaba en este país: plástico, poliéster y fibra de vidrio. Eso complicó el asunto. En Francia se lanzó ese concepto con la idea de que era posible manufacturarlo fuera teniendo la licencia de fabricación, suministrando los materiales específicos y buscando en los países mano de obra capaz y económica”.
Alpine apareció en 1964 y de ese año al 70 se produjeron un total de mil 200 unidades. Se vendieron todas. Poco a poco se mejoró el procesos de fabricación y el aspecto de la unidad. Se utilizaron motores más potentes. Como consecuencia de todas las mejoras el precio del Alpine se elevó tanto que las ventas bajaron.
A 50 años de distancia Leonardo Marchetti se emociona cuando recuerda las anécdotas de esos tiempos. “Cuando lo elaboramos no teníamos en mente que podría crear una pasión tan grande 40 años después”, concluye Jean Pierre Limondi.
Más información en Alianza Automotriz 315 junio de 2005