La facilidad para introducir al país autos usados con una antigüedad de entre 10 y 15 años provocó en el sur de Estados Unidos que los loteros incrementarán el precio de los usados hasta un 50 por ciento.
Y es que los coyotes (expertos mercadólogos) lograron un incremento en la demanda aprovechando que los precios estaban a la baja en aquél vecino país del norte.
Por otro lado, nuestros amables vecinos, agradecidos por la ayuda brindada en Nueva Orleáns y ansiosos por deshacerse de la chatarra que tanto queremos por acá, ofertaron el producto lo que obligó a la economía de libre mercado a realizar algunos pequeños ajustes en cuanto al precio y cosa.
También nuestros paisanos radicados en los “United States” se están preparando para venir a México a pasar unas buenas vacaciones de fin de año, y bueno, ya que se van a aventar el viajecito, pues bien vale la pena traerse un “chocolatito” al fin y al cabo los papeles son lo de menos, “pos a ver como le hacemos”.
El caso es que comprar hoy en día un auto usado, prechatarrizado, cuesta, de aquel lado del Río Bravo, 50 por ciento más que hace algunas semanas. Si esto es verdad pido de todo corazón al Todopoderoso que sigan aumentado los precios de estos post-automóviles “Made in USA” y, dicho sea de paso, que bajen un poquito en México para que quien quiera auto que compre uno “Made in México”.
Comprando en México aumenta el empleo, tenemos más oportunidades y obtenemos más recursos, sobre todo ahora, que está por terminar el año y que hemos pasado por una situación de emergencia en el sureste de nuestro país. Hagámoslo por México y ayudemos a nuestros hermanos del sureste no comprando chatarra, aunque camine.