Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio, hasta el fin.
Versículo Eclesiastés 3: 1 y 11
Hay una canción que dice: sabia virtud de conocer el tiempo, y el siguiente texto nos habla precisamente de esos “tiempos” en nuestras vidas y de cómo nos enfocamos en problemas y situaciones que no siempre valen la pena, nos adueñamos de ellos haciéndolos nuestros, sostenemos una carga imposible de dejar que desgasta las energías y nos hace tropezar a lo largo de nuestro camino.
Ese tiempo es mejor invertirlo con nuestra familia, amigos y seres queridos; sería preciso entonces que como individuos, dedicáramos este espacio para la convivencia y, lo más importante, emplearlo en conocer a Dios en toda su majestuosidad y tener una verdadera comunión espiritual con Él.
Con el tiempo… aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que, tarde o temprano, querrás volver a tu pasado…
Con el tiempo… te das cuenta que casarse, sólo porque “te estas quedando”, es una clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso.
Con el tiempo… comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo… te das cuenta de que si estas al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo… te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.
Con el tiempo… entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo… aprendes que las palabras dichas en un momento de ira, pueden seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida.
Con el tiempo… aprendes a disculpar, cualquiera lo hace, pero perdonar, es sólo de almas grandes.
Con el tiempo… comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo… te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible.
Con el tiempo… te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados.
Con el tiempo… aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo… comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo… te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo… aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
“El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde”. Justamente cuando: “Ya no tiempo”…