Ante los resultados de las verificaciones que ha realizado la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) a las estaciones de gasolina en los últimos cuatro años, así como la demanda creciente de consumidores que señalan a expendios que no ofrecen litros de a litro, y la necesidad de fortalecer la norma actual, la Secretaría de Economía (SE) introdujo una modificación a la norma que obliga a la incorporación de aditamentos de confiabilidad para que sólo operen en nuestro país dispensarios confiables.
Al respecto, el pasado 30 de marzo se publicó una modificación a la NOM 005 que regula las especificaciones y la verificación de los dispensarios de gasolina para que entre en vigor el 27 de octubre del 2012.
La NOM 005 vigente entró en vigor en noviembre de 2005 y conforme a la Ley Federal de Metrología y Normalización, las normas se revisan cada cinco años.
Adicionalmente, se emitirá una nueva norma, la NOM 185, que aplica al software que controla los dispensarios de gasolina. La NOM 185 permitirá que el Centro Nacional de Metrología (CENAM) apruebe previo a su comercialización, y la PROFECO verifique en campo, la operación de dicho software para evitar manipulaciones que alteren el funcionamiento del dispensario, ya que la NOM 005 sólo regula la parte electromecánica de dichos dispensarios. La NOM 185 actualmente se encuentra en consulta pública hasta la segunda semana de julio, y entrará en vigor de manera simultánea a las modificaciones de la NOM 005.
Cabe destacar que la NOM 005, no obliga a que el dispensario cuente con características de control que fortalezcan la verificación de la legalidad en la operación, y no permite que PROFECO verifique las bitácoras electrónicas ni el software de los dispensarios, contrario a lo que establecen las normas y guías internacionales emitidas por la Organización Internacional de Metrología Legal de la que México es parte.
Desde hace varios años se ha venido trabajado en esquemas voluntarios para que los gasolineros incluyan estos aditamentos de confiabilidad. Incluso, se otorgaron estímulos fiscales que permitían recobrar el 100 por ciento de la inversión en dos años a los gasolineros que compraran dispensarios con estos aditamentos; sin embargo, menos de la mitad de los dispensarios instalados fueron remplazados aprovechando este incentivo.