Ante la presión ejercida por legisladores para derogar las reglas de importación de vehículos usados, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), encabezada por José Gómez Báez, presentó ante la Cámara de Diputados una protesta.
En ella demandan al Presidente de la Mesa Directiva, César Duarte, la aplicación de un programa emergente de renovación vehicular, que al igual que en el resto de los países productores de automotores, incentive con recursos públicos y privados la adquisición de nuevos vehículos.
Asimismo, la exención del pago del Impuesto sobre Automóviles Nuevos (ISAN) durante 2009, periodo en el que se espera el mayor impacto de la crisis.
Modificación de la Ley del ISR para permitir la deducibilidad de vehículo hasta por 300 mil pesos, como se hizo en el 2006.
Además de convocar a una conferencia parlamentaria que revise integralmente la importación de vehículos usados, dejando de lado las presiones legislativas en la materia.
Acompañados de trabajadores de la industria de autopartes, ensambladoras y de las propias agencias automotrices, los dirigentes gremiales, a través de un documento que entregaron a la mesa directiva de los diputados, señalaron que se encuentra en riesgo el empleo de más de 100 mil trabajadores en virtud del impacto de la caída de las ventas automotrices en México y en el extranjero, por lo que de permitirse la importación indiscriminada de vehículos usados la situación empeorará.