La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz ha manifestado su reiterado apoyo a la puesta en vigor en México de una norma basada en la norma americana Corporate Average Fuel Economy (CAFE), que incluya todas las características que permiten que la norma en EE.UU. sea viable y exitosa.
La AMIA realizó un análisis con expertos reconocidos internacionalmente, con la finalidad de elaborar una propuesta que se basara en la regulación americana. Sin embargo, el proyecto de norma que se encuentra en la Comisión federal de mejora regulatoria (COFEMER), al no tener todos los mecanismos de cumplimiento que si están presentes en la norma americana CAFE, promueve el consumo de autos usados en nuestro país, un resultado perverso para las emisiones de gases de efecto invernadero y la eficiencia energética.
AMIA, informó que la industria automotriz lleva a cabo importantes inversiones con un claro compromiso con el desarrollo tecnológico, la eficiencia energética y la mitigación de gases de efecto invernadero en un claro beneficio para el consumidor mexicano. El proyecto de norma tiene resultados muy limitados en materia de mitigación de gases de efecto invernadero. AMIA calcula que las toneladas de CO2 netas mitigadas con la regulación en los próximos 33 años solo llega a 8.4 millones de toneladas, cantidad equivalente a las emisiones de CO2 de los autos usados importados que han entrado a nuestro país en los últimos cuatro años. El Profesor Carlos Canfield Rivera, investigador de la Universidad Anáhuac señaló en días pasados en una ponencia en el foro de Green Solutions 2012, que la mitigación anual de CO2 como resultado de la aplicación de esta norma es de solo 354,500 toneladas por año.
Eduardo Solís, presidente de la AMIA, señaló que la Asociación presentó comentarios a la COFEMER respecto a la manifestación de impacto regulatorio presentado por la SEMARNAT. Como resultado de ello, la Comisión federal de mejora regulatoria pidió a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales correcciones y ampliaciones desde el pasado 19 de julio para subsanar los cálculos de costos y beneficios que esta Secretaría envió a la COFEMER, sin que a la fecha se haya contestado dicha solicitud. La AMIA estará atenta a los cambios que el proyecto de norma pueda tener para asegurar que la regulación logre cumplir con los objetivos para los que fue planteada.
AMIA continuará buscando un diálogo con las autoridades federales responsables de Energía y de Medio Ambiente para alcanzar una norma eficiente, funcional y alcanzable en nuestro país. Desafortunadamente, esa comunicación no se ha logrado desde que inició el proceso formal de elaboración de esta norma. La falta de diálogo ha sido consignada por toda la industria, incluso en las propias reuniones formales de los Comités de normalización.
En adición a todo lo anterior, AMIA desea aclarar que a diferencia de lo expresado en distintos medios de comunicación, la industria automotriz no ha promovido al día de hoy amparos en contra de la norma 163. Lo que la Industria en general y algunas empresas de manera individual han promovido es un mecanismo de revisión legal que se conoce como juicios de nulidad y que lo que busca es garantizar que el procedimiento de elaboración, expedición y publicación de la norma 163 cumpla con todas las disposiciones de ley.