Los últimos resultados de pruebas de choque publicados por Latin NCAP revelan que los niveles de seguridad de algunos de los vehículos más populares en la región aún se encuentran 20 años atrasados respecto a los países industrializados. Sin embargo, ha habido avances con algunos vehículos que han alcanzado un puntaje de seguridad de cuatro estrellas; y dos fabricantes han estandarizado el equipamiento de los airbags en sus modelos evaluados.
Los vehículos con peor desempeño de los ochos examinados en la Fase III de Latin NCAP fueron el Renault Sandero y el JAC J3. El Sandero obtuvo tan sólo una estrella debido al desempeño inestable de su carrocería así como a la falta de airbags. Este es un resultado decepcionante de Renault, un fabricante con buena reputación en Europa en términos de seguridad. El fabricante es claramente capaz de ofrecer algo mucho mejor como se aprecia en el otro modelo testeado, el Fluence, por ejemplo, que obtiene cuatro estrellas. El JAC 3 también obtuvo solamente una estrella a pesar de contar con dos airbags; lo que indica claramente, la vital importancia de la fortaleza de la carrocería en la protección de los ocupantes en caso de choque.
Los airbags no compensan una pobre resistencia estructural al choque y Latin NCAP cree firmemente que los consumidores no deben ser confundidos por los fabricantes, confiando solamente en los airbags para brindar una falsa impresión de seguridad. La sola inclusión de un airbag no garantiza la seguridad del vehículo. Es por esto que tanto el público como los gobiernos deben ser capaces de verificar la integridad estructural del vehículo. Esto se puede lograr mediante la aplicación de los estándares de prueba de choque de las Naciones Unidas (reglamentaciones R94 y R95) y otorgando a los consumidores la posibilidad de comparar el desempeño en seguridad de los diferentes modelos como lo viene realizando Latin NCAP.
Es muy reconfortante, en esta Fase III, el significativo incremento en la cantidad de autos que obtuvieron cuatro estrellas. Cinco modelos obtuvieron cuatro estrellas evidenciando los beneficios. combinados del mejoramiento de la fortaleza de la estructura, los airbags y los cinturones de seguridad. Los modelos que cuentan con cuatro estrellas son: Ford NEW Fiesta KD, Honda City, Renault Fluence, Toyota Etios hatchback y VW Polo hatchback. El otro modelo probado, el Volkswagen Clásico/Bora obtuvo sólo tres estrellas debido a su pobre integridad estructural.
En un muy alentador paso adelante, Ford y VW han confirmado que el airbag para el conductor y el acompañante son parte del equipamiento estándar en el Ford New Fiesta y el Volkswagen Clásico/Bora para todos los mercados de Latin NCAP; quien recibe con beneplácito esta acción, antes de que los requisitos legales en algunos países de América Latina lo indiquen.
Otra señal de avance en estas pruebas de choque es la obtención, por primera vez, de cuatro estrellas para la protección del ocupante niño. Dos modelos, el Ford Fiesta y el Honda City, obtuvieron esta tan bienvenida mejora. La utilización del sistema de retención infantil con ISOFIX desempeñó un rol fundamental en reducir la probabilidad de instalación incorrecta y mejorar el desempeño dinámico en general. Latin NCAP recomienda ISOFIX y alienta a los gobiernos, fabricantes y proveedores de la región, a apoyar el sistema ISOFIX basado en la reglamentación de las Naciones Unidas R44.
Latin NCAP también se alegra de tener continuos signos de diálogo constructivo con los fabricantes de automóviles; la disposición de algunos constructores líderes para cambiar su producción y ofrecer modelos más seguros para el mercado es muy bien recibida y demuestra los beneficios de los esfuerzos que Latin NCAP ha realizado para crear conciencia sobre el desempeño de seguridad de los autos vendidos en la región.
Un asunto preocupante para Latin NCAP es la “conformidad de producción” que los modelos deben mantener desde su aprobación original para la venta y el período restante en que se fabrican y venden en los mercados de la región. La falta de estándares de seguridad basados en los de la ONU para los vehículos en América Latina y la ausencia de laboratorios de testeo de vehículos hace difícil a los gobiernos asegurarse de que todos los fabricantes mantengan la calidad de los vehículos vendidos en sus mercados. Latin NCAP recomienda la discusión con los creadores de políticas sobre este tema; especialmente en aquellos países con instalaciones significantes de producción de vehículos.