El vehículo está formado por una diversidad de conjuntos que aportan elevados índices de seguridad pasiva y activa en caso de siniestro, tal como la parte frontal y trasera, en donde se incluyen elementos para absorber o desviar la fuerza deformante que pudiese incidir sobre la carrocería en caso de colisión.
Los principales elementos de la carrocería que ayudan a disminuir los daños que pudieran sufrir los ocupantes de un vehículo son: Conjunto facia, absorbedor de impactos, almas, bracks y largueros. Para la parte trasera, se considera la misma configuración.
La facia es el primer componente que entra en contacto con la fuerza deformante, puede encontrarse de manera independiente, aunque también puede formar un conjunto con el absorbedor de impacto.
Las almas, generalmente, son de acero o de aluminio y se encuentran entre el absorbedor de impacto y los bracks. Su forma suele ser muy diversa, va desde estar formada por un lienzo estampado hasta la forma que obtiene a través de un proceso de extrusión.
Los bracks son elementos que se anteponen a los largueros y su función es absorber la energía en una colisión, su configuración puede presentarse de maneras diversas. En el mercado existen varios tipos.
De absorción mecánica: fabricados en acero, aluminio o plástico y pueden presentar diferentes configuraciones, desde forma de cono hasta semejando una caja (Crash Box).
De absorción hidráulica: se caracterizan por absorber la energía de una colisión a través de dispositivos que contienen un gas o líquido almacenado en un compartimiento especial que los libera según sea la fuerza que incida sobre ellos.
Reparabilidad del conjunto frontal y trasero
Los materiales plásticos que se incluyen en los conjuntos delantero y trasero del vehículo, en su mayoría son reparables (excepto los absorbedores de impacto) mediante la aplicación de adhesivos de última generación y tratamientos térmicos.
Los elementos metálicos (alma, bracks y punta de larguero) no son reparables cuando sufren deformaciones mayores, ya que al momento de sufrir una deformación que generalmente se presenta como compresión(arruga), pueden sufrir fracturas y fatiga mecánica ocasionada por la fuerza deformante.
La reparación de estos elementos, sólo se realiza cuando la deformación es ligera y se tiene el conocimiento técnico/práctico, para poder aplicar las fuerzas para la conformación de éstos; además de aplicar los tratamientos térmicos adecuados, esto conlleva el contar con el equipo y la herramienta necesaria para garantizar un óptimo resultado final.
Es importante conocer los elementos de seguridad con los que cuenta el vehículo.
Estos dispositivos actúan en la deformación de manera indispensable y se colapsan de forma controlada y lineal para que el comportamiento de la estructura del vehículo no comprometa más componentes, pero principalmente, para conservar la integridad de los ocupantes.