– La asociación asegura no son empresas de seguridad privada.
– AMBA en coordinación con ASUME, aportará su experiencia para la elaboración de una nueva Ley de la industria.
– Con nuevas y efectivas reglas se cerraría el paso a compañías “pirata”.
A lo largo de presente año, la industria mexicana de la seguridad privada ha sido foco de atención para medios de comunicación y autoridades de los tres niveles de gobierno, pues se unió con diversas organizaciones del gremio para impulsar proyectos que beneficien al sector y sus usuarios finales; ejemplo de ello es la nueva Ley General de Seguridad Privada y la creación de una Cámara sectorial.
Para la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), es necesario que se replanteen sus requerimientos para que su nicho industrial tenga el tratamiento adecuado en la nueva Ley General Seguridad Privada, puesto que los empresarios de este sector son proveedores de vehículos, no de servicios de protección.
En la industria de la seguridad, los blindadores juegan un papel preponderante al comercializar al año hasta 3 mil unidades y generan 20 mil empleos directos e indirectos.
De acuerdo con José Eduardo Llanos Valderrama, presidente de la AMBA, la nueva Ley General de Seguridad Privada es una asignatura pendiente para esta organización, por ello participa activamente con la Dirección General de Seguridad Privada (DGSP) de la Comisión Nacional de Seguridad (DGSP), para aportar información real, precisa y concisa que coadyuve a lograr el instrumento idóneo para la sana competencia e impulso a la profesionalización de las empresas del gremio, pues los vacíos legales permiten la existencia de muchas “blindadoras” que operan sin permisos adecuados, lo cual se traduce en un riesgo para los clientes finales y el sector.
Dijo que el sector blindador requiere una nueva Ley General para una sana, eficiente y justa competencia.
“En los últimos años, el sector de la seguridad privada que es fuente de empleo para un millón 500 mil personas, se ha visto obstaculizado por múltiple tributación, tramitología y proliferación de empresas irregulares. Según estimaciones de la AMBA y la DGSP, existen más de 50 compañías blindadoras, de las cuales entre 15 y 20 son
irregulares”.
Recordó que en el transcurso del presente año, empresarios y presidentes de asociaciones de seguridad fueron convocados para analizar la Ley vigente y ofrecer sus aportaciones. Por ello aseguró que las blindadoras se deben ceñir a la Ley y su respectivo Reglamento, pero también se les deben eliminar ciertos requisitos.
Dijo que muchas empresas de seguridad (multi servicios) con permiso federal tienen la autorización para ofrecer en un momento dado, blindaje automotriz; claro que sin los mínimos controles de calidad, seguridad, seriedad y servicio, luego de los primeros problemas con sus usuarios finales, casi siempre migran a la clandestinidad.
Mencionó que la industria de la seguridad privada y el sector del blindaje, requieren la pronta intervención de las autoridades federales debido a la alta proliferación de empresas que carecen de los permisos necesarios, calidad, seriedad y garantías posventa, lo cual “canibaliza” precios y la sana competencia, además de que representan una seria amenaza para la integridad de sus clientes. “
Para el sector del blindaje es necesaria una legislación acorde a la actividad desempeñada, puesto que el gremio ha sido encasillado en “el nicho de las compañías de seguridad privada” cuando la mitad de los reglamentos o artículos no aplican para una empresa manufacturera.
La AMBA, socio fundador de Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable (ASUME), afirmó que el sector tiene mayor presencia, voz y voto, luego de las dinámicas que el actual titular de la DGSP, ha emprendido con los empresarios, principalmente en el tema de necesidades, por lo tanto se busca que la nueva Ley que se promueve salga sin “viejos vicios”.
El titular de la AMBA, organismo que agrupa a las ocho principales blindadoras del país y ostentan el 60% del mercado nacional, dijo que el presente año no fue el más productivo para el sector blindador, empero sí para la seguridad corporativa, pues esta industria se unió y ha consensado respecto a las necesidades que enfrenta, la principal de ellas es la regulación de servicios y el establecimiento de reglas claras para la operación.
“Aunque la situación en 2014 no fue la mejor para los blindadores, como industria cerraremos este año con la comercialización de casi 2 mil 700 unidades. Del total de unidades blindadas por nuestra organización, el 7 % se destina al mercado de exportación. Entre los planes de la organización para 2015, destaca el incremento del 5% en participación de mercado y ostentar un total de 65%”, afirmó el directivo.
En México, del 100% de la producción de la AMBA, el 93% corresponde a camionetas (SUV), 5% autos, 1% camiones y 1% vanets. El Nivel III ocupa el 44% de las preferencias comerciales, 26% el Nivel IV y el 29% el Nivel V. El 70% de los compradores de blindados corresponde al sector privado y el resto es para gobierno con los Niveles IV, V y VI que protegen contra armas de calibres altos.