Este sábado, pilotos de la Fórmula 1 transformaron el circuito de la Plaza de la Constitución en una pista, donde familias enteras gozaron de una exhibición automovilística, que es sólo el preámbulo de lo que vivirá la capital del país cuando regrese el Gran Premio a la CDMX, luego de más de 20 años de ausencia.
Al lugar, se dieron cita alrededor de 100 mil espectadores para ver el espectáculo Infiniti Red Bull Racing, que estuvo cargo de los pilotos Carlos Sainz y Daniel Ricciardo, quien declaró que “al final lo que importa es acercar el coche a todos los fans, que escuchen el sonido del motor y que vivan la experiencia”.
Por su parte, el español Sainz reconoció que nuestro país es un gran lugar para organizar la máxima categoría del automovilismo.
“Me siento muy contento de estar aquí. México es un gran lugar para la Fórmula 1. La exhibición del auto es una gran oportunidad de explicar de qué está hecho el Gran Premio”, dijo.
Ambos pilotos en plena temporada del Campeonato Mundial de Fórmula 1, se dieron una pausa en su apretada agenda para conducir el RB7 sobre asfalto mexicano. El auto cuatro veces campeón del mundo, con su motor Renault V8 de 2400cc, pasó quemando llantas y dejando su huella a lo largo del recorrido.
Sin embargo, el espectáculo no quedó ahí, también emocionaron al público con las vueltas de demostración a bordo del modelo sedán de lujo híbrido de 360 caballos de fuerza, Infiniti Q50. F
Finalmente, Ricciardo se despidió de la fanaticada ondeando carismáticamente la bandera nacional en un saludo a todos los asistentes del evento.
Horacio de la Vega, Director del Instituto del Deporte del Distrito Federal, reconoció que “el Infiniti Red Bull Racing F1 Show Run Ciudad de México, fue sin duda producto del gran esfuerzo entre las entidades públicas y el sector privado, demostrando que el trabajo en equipo resulta en grandes beneficios para la ciudadanía”.