Consiste en degradar poco a poco la cantidad de pintura que se aplica, delimitando al máximo la zona reparada, es decir, pintar una zona de la pieza en lugar de toda la superficie y que al hacer esto, no se observen diferencias de tonalidad entre la pieza pintada y las colindantes.
Realizar la igualación del color requiere cierta experiencia, pero hay que considerar que existen otros factores que pueden llegar a alterarlo, como:
- La dilución de la pintura.
- La viscosidad y presión de aplicación.
- La temperatura de aplicación.
- El tipo de pistola, la boquilla y la regulación del abanico.
- La distancia entre la pistola y la superficie de la pieza.
¿Se puede esfumar en todos los tipos de acabado?
Por supuesto que sí, se pueden esfumar monocapas, bicapas y tricapas, aunque este último requiere de mayor pericia.
El esfumado o difuminado se puede dar de dos formas principales:
Esfumado dentro de una pieza
Cuando los daños son relativamente pequeños y se encuentran localizados en el centro de la pieza o cercanos a éste, la aplicación puede efectuarse realizando un parche perdido.
Para usarse dentro de la misma pieza, se requiere que el daño se encuentre separado del contorno de la pieza por lo menos 35 centímetros para que en ese margen se permita realizar el trabajo de conformado, la reposición de fondos y el esfumado del color.
Esfumado en varias piezas
Dependiendo de la localización del daño, puede ser necesario realizar un esfumado en dos o más piezas. En este caso, se puede ampliar la reparación esfumando el color hacia piezas adyacentes.
Esto sucederá cuando exista una superficie de contacto entre piezas mayor a 10 centímetros sobre un mismo plano y no muestre variación en ángulo mayor a 10°, ejemplo: Puerta delantera a puerta trasera, puerta delantera a salpicadera, puerta trasera a costado, de facia a costado, de facia a salpicadera y, por supuesto, las combinaciones en forma inversa.
No es recomendable utilizar la técnica de esfumado hacia piezas adyacentes; cuando la pieza adyacente sea de un tamaño considerablemente mayor (más de un 50 por ciento) al de la pieza reparada o sustituida y que además se encuentre ubicada en diferente plano, tal es el caso de: salpicadera a cofre, costado a tapa cajuela, salpicadera a facia, costado a facia.
El color
Este elemento es un aspecto importante y determinante para decidir si se debe utilizar la técnica de esfumado hacia una pieza adyacente. Los colores que generalmente requieren de un esfumado son colores metálicos claros (platas, arenas), rojos y amarillos claros, y tricapas blancos y rojos.
No olvidemos que la calidad de la pintura juega un papel importante en el resultado final, ya que a menores propiedades es muy factible que con el tiempo se note la reparación o que finalmente se tenga que gastar más por la necesidad de pintar piezas completas.