¿Alguna vez te has quejado del trabajo que realizas? Pues de acuerdo con la firma española SEAT, el ensamble de un automóvil suele asociarse a profesiones como diseñador, ingeniero o trabajador de línea.
No obstante, durante el proceso, existen otras actividades que requieren trabajos de artesanía, creatividad, precisión, entre otras. Aquí algunos de ellos:
1.- Primer conductor: Dos millones de kilómetros al año. Esta es la distancia que recorre el equipo de expertos conductores para poner a prueba todos los autos que salen de la fábrica de SEAT en Martorell en un año.
Este grupo, se dedica a estudiar el rendimiento de los vehículos justo al salir de la línea de montaje. En un circuito de seis tipos de pavimento diferentes, los prueban a distintas velocidades por adoquines o desniveles y se aseguran de que no se produzcan ruidos molestos, además de comprobar el uso del claxon, luces o los frenos.
2.- Escultor de arcilla: Crea artesanalmente coches de arcilla de tamaño real que duplican el peso de cualquier vehículo. Para ello, necesita dos mil 500 kilos de barro y hasta 10 mil horas de trabajo con la espátula para elaborar uno de los llamados clay models, que permitirá apreciar las formas del coche antes de congelar su diseño.
3.- Costurero de coches: Se encarga de hilvanar a mano los patrones de la tapicería del vehículo, pensando en la mejor combinación de colores y materiales, que deben encajar con la personalidad de cada auto. Su labor, requiere más de 30 metros de costura para tapizar un coche entero, y para realizar sus tareas tiene que trabajar durante dos años.
4.- Probador de asientos: Su profesión consiste en idear el asiento ideal. Él y su equipo tienen que comprobar el abatimiento hasta 20 mil veces por cada variante de asiento. El estudio es completo: deben encontrar la espuma, el tejido, la estructura, el cosido ideal que se adapte a diferentes tipos de cuerpo y condiciones.
5.- Sommeliers del automóvil: La nariz es su principal herramienta de trabajo para lograr su objetivo del famoso “olor a coche nuevo”. El equipo de químicos realiza más de 400 análisis olfativos al año, exponiendo el auto a temperaturas de 60º C. Su profesión, les exige no fumar, ni llevar perfume para que los resultados de las pruebas no aparezcan alterados.