Crecimiento sin precedentes Quienes vimos por primera vez la luz de este maravilloso globo terráqueo a mediados del siglo pasado, y poco a poco fuimos siendo testigos de los acontecimientos que marcaron el fin de una época y el surgimiento de otra, no dejamos de sorprendernos por los cambios tecnológicos que hoy vivimos.
La llegada del hombre a la luna, la televisión a color, las comunicaciones vía satélite, la computadora, Internet, la mecatrónica, la robótica, entre otras, han sido un parteaguas en la historia de la humanidad. El antes y el después de la bomba atómica, el antes y el después de la ingeniería biomédica, el antes y el después de la cibernética…
No cabe duda… El mundo ha cambiado… Y seguirá haciéndolo…
Hoy en día la necesidad de desarrollar procesos de manufactura, bienes de capital o productos cada vez más especializados en el área industrial, así como la creación de artículos de uso cotidiano, ha llevado al hombre a trabajar en forma multidisciplinaria para el surgimiento de nuevas tecnologías.
La integración cada vez más creciente de los sistemas elaborados con la mecánica y la electrónica han permitido la fusión de esas dos disciplinas formándose una nueva llamada Mecatrónica, misma que es aplicada en la automatización y control de: fábricas, industria automotriz, máquinas de control numérico, robótica, celdas de manufactura flexible, ingeniería biomédica, cámaras de video, unidades de disco flexibles, entre otras.
La mecatrónica representa la nueva generación de máquinas, robots, y mecanismos expertos necesarios para realizar trabajos en una variedad de ambientes, principalmente en la automatización de fábricas, oficinas y casas.
Un método mecatrónico típico recoge señales, las procesa y, como salida, genera fuerzas y movimientos. Los sistemas mecánicos son entonces extendidos e integrados con sensores, microprocesadores y controladores. Los robots, máquinas controladas digitalmente, vehículos guiados automáticamente, cámaras electrónicas, máquinas de telefax y fotocopiadoras pueden considerarse como tal.
Actualmente se reconoce que el futuro en la innovación de la producción vendrá con aquellos procedimientos que optimicen la unión entre los sistemas electrónicos y mecánicos, ésta será más intensa en aplicaciones de manufactura avanzada y métodos de producción donde la inteligencia artificial, los sistemas expertos, los robots y los sistemas de manufactura de vanguardia crearán la nueva generación de herramientas a ser utilizadas en las empresas del mañana.
En la industria automotriz se han hecho grandes esfuerzos para desarrollar mejores tecnologías para la elaboración de partes estructurales a un menor costo y sobre todo que proporcionen un buen desempeño en cuanto a la seguridad de los ocupantes de un vehículo. Un ejemplo de ello podría ser la robótica que produce autos confiables con soldaduras de alta calidad, que garantizan la integridad estructural de las unidades.
La fabricación de automotores demandan hoy en día una gran inversión en diseño de máquinas y herramientas que puedan llevar a cabo procesos de manufactura automatizados rápidos y efectivos dados los elevados standares de calidad que se requieren en un mercado cada vez más competido y especializado.
Los cambios en el mercado dejan claro que todavía hay bastante por hacer en cuestión de adelanto de partes como llantas, cristales, pinturas, selladores, recubrimientos, textiles automotrices, plásticos, hules y fundamentalmente lo que se refiere a la electrónica.
Cada segmento de un automóvil, fabricado en cualquier lugar del mundo, es resultado de mucho trabajo en materia de diseño, investigación y desarrollo, áreas que se han visto influenciadas por el tema de la seguridad, la protección al medio ambiente y la economía del combustible.
Estas tres influencias han dado paso a vehículos que hace algunos años no nos hubiéramos ni siquiera imaginado. Hace 10 años teníamos motores V8 de producción normal, con potencias de 160 a 190 caballos de fuerza, con un elevado costo de combustible. A estos motores se les podía sacar más potencia gracias a la existencia de supercargadores, carburadores de alto flujo, encendido electrónico, árboles de levas de mejor traslape. Hoy, es posible con simples motores V6 sin ayuda de accesorios, incluso, con uno de 4 cilindros. Ya no es sorprendente ver máquinas pequeñas con alto rendimiento.
Más información en Alianza Automotriz 312 marzo de 2005