Lincoln nació en 1917, su fundador, Henry Leland, la creó como una empresa dedicada a los motores de avión, aunque luego de la Primera Guerra Mundial la convirtió en fábrica de autos de lujo. Años después, fue adquirida por Henry Ford, quien la dejó en manos de su hijo Edsel Ford.
“Mi padre creó los autos más populares en el mundo. Yo quiero hacer los mejores”, refirió Edsel, el timonel de Lincoln en aquel entonces, cuando contrató a los mejores diseñadores de la época con el objetivo de hacer historia con autos enfocados en la vanguardia y el lujo.
Hoy, a un siglo de distancia, la firma sigue siendo un símbolo del lujo estadounidense, aunque con una evolución hacia las nuevas tecnologías en motorización. Ejemplo de ello es Lincoln Corsair, en su versión Grand Touring, una SUV híbrida conectable que promete otorgar a cada uno de los pasajeros toda una experiencia de lujo y comodidad.
De la vista nace el amor, y por eso este vehículo destaca por su apariencia robusta y deportiva donde lo primero que llama la atención es la parrilla cromada, muy al estilo Lincoln, aunque con detalles en tonalidades azul para hacer el distintivo de que estamos ante un vehículo electrificado. Con ello, la firma plasma un diseño que combina lo clásico con las tendencias propias de la época.
En su conjunto, esta SUV está plagada de detalles en el exterior, desde las líneas que se dibujan en la silueta, hasta la parte exterior que luce la marca en todo su espacio horizontal, pasando por un techo panorámico y un detalle al costado con la leyenda “Corsair” en color azul. Todo esto sobre unas llantas de gran tamaño y diseño más que llamativo.
Todo esto se empalma a la perfección con un interior que parecería hecho a mano, ya que los materiales y el diseño están cuidados hasta el más mínimo detalle, todo enfocado en la calidad y la comodidad para cada uno de los pasajeros. Los asientos son de estilo sencillo, pero sumamente elegante, que hacen juego con acabado de lujo en las puertas, volante y un tablero que deja ver que el vehículo podría considerarse un gadget de los más sofisticados.
A esto se suman detalles como el techo panorámico que deja ver el lujo en cada rincón, colecciones, controles al volante, pantalla táctil y un sistema de sonido perfectamente pensado para que los pasajeros se sientan en una sala de conciertos, gracias al sonido denominado Revel, de la firma Harman-Kardon.
Si bien Lincoln Corsair Grand Touring es un despliegue de diseño, tecnología y comodidad, una de sus características más relevantes es la motorización, ya que es un vehículo que se encamina a que la marca cumpla con su meta de electrificar todo su portafolio para 2030.
En este sentido, al ser un vehículo híbrido enchufaba cuenta con características muy peculiares, comenzando por el motor Atkinson 2.5L I-4 PHEV, que brinda 266 caballos de fuerza combinados, además de que otorga un rendimiento que supera los 50 kilómetros por litro de combustible, con una autonomía de hasta 45 kilómetros en modalidad completamente eléctrica.
Una de sus características más relevantes es que puede correr en forma completamente eléctrica hasta rebasar los 135 kilómetros por hora, variable que una vez que se supera hace que el vehículo entre en su versión combinada. Esto aunado a que también cuenta con frenos que recuperan energía, hacen que prácticamente sea imposible quedarse sin batería cuando se conduce en la ciudad.
En el apartado de seguridad, también se echa mano de la tecnología, puesto que incluye características como el sistema Co-Pilot360, que brinda asistencia con información de punto ciego, alerta de tráfico transversal, conservación de carril, mitigación de colisión, detección de peatones, entre otras.
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