Mireya Peralvillo / Erick Morales Romero
Hace unos días, México se paralizó por una noticia que trascendió en todo el mundo: Tesla, el “coloso” de los autos eléctricos, eligió a Nuevo León como sede para construir su nueva gigafábrica, la más grande del mundo.
“Estamos emocionados de anunciar que construiremos una gigafábrica en México”, expresó Elon Musk, director de Telsa durante su Investor Day.
La inversión de la planta en México será de 5 mil millones de dólares y aquí se ensamblará la nueva generación de automóviles eléctricos.
El anunció causó revuelo en todos los ámbitos económicos y de gobierno. El gobernador de Nuevo León, Samuel García, comentó que con la llegada de Tesla también esperan el arribo de “todo un ecosistema en electromovilidad, industria aeroespacial y de telecomunicaciones”.
“Vamos a triplicar las exportaciones, mientras el mundo está en recesión, Nuevo León va a romper récord, vamos a tener la mayor inversión extranjera en la historia de México”, aseguró.
En su discurso indicó que buscan convertir a Santa Catarina, Nuevo León, en la “ciudad industrial verde del futuro”. Una ciudad conectada con el mundo, pues de aquí saldrán los autos que no contaminan, que representan al futuro.
¡LOS OJOS DEL MUNDO EN MÉXICO!
La noticia de Tesla “es el reconocimiento a nivel mundial de la confianza para invertir en México, un país donde se respeta el estado de derecho y se cumple con la ley”, afirmó José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
En entrevista con Alianza Automotriz, el dirigente indicó que México entra con el pie derecho al tema de la electromovilidad. “Hay varias armadoras que ya producen autos eléctricos en México, pero ahora con una planta mayor, más grande, traerá nuevas tecnologías al país”.
En este sentido, Manuel Montoya Ortega, director del Clúster Automotriz de Nuevo León y presidente de la Red Nacional de Clusters de la Industria Automotriz, recordó que “algunas armadoras ya empezaban a realizar acciones a sus plantas en México, pero, claramente Tesla es el líder mundial de la industria de la electromovilidad. Entonces que ellos hayan escogido a México es estupendo. Nos va a mover a todos al elevar nuestro nivel tecnológico en la industria”.
Una de las ventajas que tendrá Tesla con la planta mexicana es que podrá exportar a más de 40 países, sin aranceles. “Tú puedes fabricar un coche aquí y venderlo en aproximadamente 46 países del mundo sin aranceles. Si se fabricara en Estados Unidos hay ciertos países donde ellos no pueden exportar sin aranceles. En cambio, tú puedes fabricar aquí y vender en Japón, en muchos países de Europa, en América Latina, sin aranceles”, explicó Manuel Montoya a Alianza Automotriz.
DESTINO NATURAL PARA EL NEARSHORING
La instalación de la gigafábrica de Tesla en Nuevo León también es una oportunidad para proveedores, especialmente los que vienen de Asia debido al famoso nearshoring o relocalización.
“Tenemos una amplia red de logística por lo que México es visto como un destino natural para el nearshoring. Los fabricantes están tratando de reubicar sus centros de producción y distribución para aprovechar al máximo las condiciones económicas que ofrece nuestro país, una mano de obra especializada altamente eficiente y productiva”, aseveró Luis Masse Torres, vicepresidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior.
A pesar de las promesas de nuevas inversiones y futuros empleos, México se enfrentará a grandes retos si quiere consolidarse como un protagonista regional del nearshoring: brindar toda la seguridad a las empresas extranjeras que lleguen, fomentar el desarrollo industrial de las compañías mexicanas y generar productos a través de energías limpias, como lo marcan diversos acuerdos comerciales.
“Ese es un reto interesante para las autoridades mexicanas: brindar las condiciones de seguridad suficientes hacia los transportistas y obviamente hacia las empresas que importan, exportan o que mueven mercancías dentro del país”, resaltó.
¿ESTAMOS PREPARADOS?
La promesa de bienestar que ofrece el Estado luce muy “bonita”; sin embargo, la gran pregunta es ¿está preparado el país para atender las necesidades de estos proveedores?
“La vacancia del país (en parques industriales) es menos del 2%, lo que quiere decir que no hay suficientes áreas industriales, y viene una ola de desarrollo”, afirmó Sergio Pérez, director ejecutivo de Strategic Business Intelligence de Newmark. “Hoy por hoy la demanda ha superado la oferta (de espacios industriales) de manera histórica”.
“Hay mercados como Ciudad de México, Tijuana o Ciudad Juárez con vacancias mínimas, prácticamente cero. Todas esas fábricas que quieren seguir vendiendo sus productos al mercado más grande del mundo, el de Estados Unidos, tienen que venir a fabricar a México. Estados Unidos sigue siendo un inversionista fuerte en nuestro país, seguido por el chino, y saben que fabricar una parte en México para surtir al vecino del norte es 50% más barato de lo que costaría hacerlo directamente allí”, por lo que el reto para México y Nuevo León es mayúsculo, explicó Sergio Pérez.
Cabe recordar que, en la negociación para que Tesla viniera a México, trascendió que un problema fundamental a resolver de manera inmediata, es el abastecimiento del agua. Nuevo León sufrió el año pasado una fuerte sequía, y ante este problema la planta de Tesla se comprometió a sólo usar agua tratada.
Rodrigo Gardner, Associate Director de la zona industrial de Monterrey de Newmark, reveló que Nuevo León cuenta actualmente con más de 150 parques industriales y es el estado con el mayor número de espacios de este tipo.
Hasta antes de la pandemia, cerca del 20% eran ocupados por el sector automotriz, en el 2022 los arrendamientos de la industria aumentaron un 30% y actualmente tienen menos del 1% de disponibilidad.
Esta situación podría afectar la intención de México para convertirse en líder industrial, pues construir un nuevo parque tarda al menos dos años entre elección del espacio, permisos y la instalación de energía eléctrica, agua, etc.
Además, existe otro reto: el cuidado del medioambiente. La industria automotriz busca ser más amigable con el planeta y esto incluye que los procesos de producción de los proveedores sean los mismos que la industria terminal.
“Las nuevas empresas buscan espacios certificados en eficiencia de agua, eficiencia de energía, ahorro de transporte y construcción, también en mediciones de aire y temperatura. Darle prioridad a insumos de la zona para tener ahorros significativos”, expuso Rodrigo Gardner.
CORREDOR ADUANERO
La llegada de Tesla a Nuevo León también trae otro reto, la modernización y cooperación entre México y Estados Unidos para crear un corredor aduanero que facilite la importación y exportación de piezas.
Ya varias empresas de Nuevo León son proveedoras de la planta de Tesla en Texas, pero con la gigafábrica es necesario fortalecer este corredor aduanero.
“Nuevo León es una región muy atractiva y responsable de gran parte de las exportaciones, especialmente en los sectores de manufactura, y vemos un crecimiento en el sector automotriz”, aclaró Katherina Lacey, cofundadora y CEO Quincus, plataforma tecnológica de logística y especializada en transporte transfronterizo.
“Cada frontera es diferente, por ejemplo, en los tiempos de espera de los camiones. Entre más se digitalicen (los procesos) menos tiempo de espera tendrán”. Y con la llegada de Tesla a Nuevo León también se acelerará la digitalización de estos procesos. Actualmente, en las aduanas, falta adoptar tecnología para aceptar documentos digitalizados.
No cabe duda que la llegada de Tesla a México revolucionará la industria automotriz, pero también moverá al sector de la construcción, logística, economía, incluso digitalizará los procesos de importación y exportación.
México tiene una oportunidad “gigante” para ser líder en producción de autos eléctricos. ¿La sabrá aprovechar?