Hace algunos meses analizamos la llegada de fabricantes de autos chinos al país y cómo México se ha convertido en “la tierra prometida” al ser socio comercial y vecino de la economía más grande del mundo, Estados Unidos.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, la actualización del Tratado México, Estados Unidos y Canadá crearon la “mezcla perfecta” para que nuestro país se convierta en potencia mundial en la fabricación de vehículos y también de autopartes.
“México se colocó en los primeros meses de 2023 como el mayor proveedor de mercancías a Estados Unidos, desplazando a China, esto de acuerdo con la Oficina de Estadísticas del gobierno estadounidense (US Census Bureau)”, explicó la agencia analista Hantec Markets.
En medio de las tensas relaciones comerciales de EU y China por las disputas en torno a asuntos de tecnología y seguridad, los mercados observan los efectos de la estrategia estadounidense de reforzar y ampliar su cooperación económica y de seguridad con sus aliados y socios en Asia, mientras la respuesta china es contundente: reforzar su dominio en la industria manufacturera y promover el CYE como alternativa al dólar en los mercados de América Latina, puntualizó Larry Browne, gerente regional de LATAM de Hantec Markets.
OPORTUNIDADES
Durante el primer trimestre de 2023, Estados Unidos fue el principal inversor en materia de autopartes en el país con 67%, seguido de Alemania con 27.2% y Reino Unido con 5.7%.
En este sentido las empresas chinas representan el 4%, no obstante, varias firmas están asociadas con compañías mexicanas, por lo que la inversión no se cuenta de la misma manera.
Vamos por partes, en 2022, la inversión china alcanzó 116 mil millones de dólares, sin contar lo que invierten a través de terceros. Algunas de las empresas chinas que llegan al país se asocian con empresas mexicanas ya establecidas para acelerar los procesos legales.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el comercio chino en México crecerá alrededor de 90 mil millones de dólares.
A pesar de no tener un tratado de libre comercio, la relación comercial entre los dos países se ha fortalecido, especialmente gracias al sector automotriz, refirió Cesar Fragozo, vicepresidente ejecutivo de China Chamber México, a un canal de televisión.
China es el país con el mayor número de proyectos de inversión por relocalización, tan sólo en Tijuana –ciudad que ocupa el tercer lugar con empresas chinas- cerca del 80% de las naves industriales en construcción son solicitadas por empresas asiáticas
¿Y EL MERCADO DE REPUESTO?
El mercado de repuesto automotriz tiene varios años que abrió sus puertas a los fabricantes chinos.
Anhong Huan, de Ruian Jiahong Weiye Auto Electric, indicó a Alianza Automotriz su interés por encontrar distribuidores en el mercado nacional, pues lo considera como uno de los más relevantes, por su parque vehicular y cercanía con Estados Unidos.
Antes de pensar en abrir una línea de producción, primero buscan un socio que les ayude en la comercialización de piezas.
Para el fabricante, Tai Zhou Guten Machinery Parts, el mercado de América Latina es muy importante para las empresas chinas, pues a veces no tienen la suficiente capacidad para satisfacer la demanda de los usuarios, es aquí donde entran los fabricantes chinos, para cubrir la demanda.
Dicha compañía, por ejemplo, comenzó con cinco clientes y actualmente tiene más de 30, quienes buscan calidad y cantidad. Aunque por el momento no tienen planta en México, sí tienen una en Centroamérica.
Xi Li, de Ningbo Motor Industrial Co. Indicó que nuestro país tiene una gran relevancia para las empresas chinas, pues al ser “vecino” de Estados Unidos, varias firmas quieren explorar el mercado mexicano y que sus productos lleguen tanto al mercado local como el estadounidense.
RETOS
Aunque en el papel, el nearshoring o relocalización de empresas parece muy sencillo, no lo es, el principal reto es la cadena de suministro, encontrar proveedores de materia prima locales para abastecer la creciente demanda.
Encontrar espacios suficientes para la instalación de estas nuevas empresas es otro problema que tienen las compañías, pues quieren espacios cerca de la frontera norte y es justamente donde ya no hay recursos hídricos y energéticos.
Otro reto es el apoyo del gobierno mexicano, que ofrece beneficios para que este tipo de empresas inviertan en el país.
“El comercio entre México y China ha crecido en los últimos años casi 30%, que es prácticamente tres veces el comercio que México tiene con el mundo. Y bueno, además de ser nuestro segundo proveedor de importaciones también es un mercado que está creciendo a tasas muy interesantes”, explicó la Secretaría de Economía a través de un comunicado de prensa.
La mesa está puesta, falta ver si los invitados están listos para aceptar los términos y fortalecer los lazos de negocio.