Volvo Cars dio a conocer su estrategia para reducir hasta un 75% de emisiones contaminantes para el 2030.
El primer paso es reducir las emisiones de CO² por automóvil en un 40% entre 2018 y 2025, su objetivo es vender únicamente automóviles eléctricos para 2030, eliminando así las emisiones de los tubos de escape de su gama de modelos.
Para ayudar a alcanzar estas metas, Volvo Cars compartió que se convirtió en miembro de la Coalición de los Primeros Actores (FMC) del Foro Económico Mundial, respaldando tecnologías limpias emergentes.
La empresa también se está alejando rápidamente del motor de combustión interna, producirá su último automóvil diésel a principios de 2024.
“COP28 es un momento histórico de responsabilidad para la acción climática”, dijo Javier Varela, director de operaciones y director general adjunto de Volvo Cars. “El mundo necesita unirse y actuar de manera urgente para evitar los peores efectos del cambio climático. Estamos comprometidos a hacer nuestra parte, exhortando a los líderes corporativos y políticos de todo el mundo para que también hagan la suya”, comentó.
Cabe resaltar que Volvo Cars se convirtió en el primer fabricante de automóviles global en anunciar el cambio de combustibles fósiles a biocombustibles para el 86 por ciento de su transporte marítimo intercontinental, reduciendo sus emisiones en un 84 por ciento y apoyando su ambición de reducir las emisiones operativas.
“Lo que nosotros y otras empresas con ideas afines estamos intentando hacer es desarrollar y escalar tecnologías transformadoras para descarbonizar procesos industriales. Al unirnos a la FMC y mostrar un progreso tangible en nuestra asociación con SSAB, esperamos demostrar que este cambio vital no solo es posible, sino que ya está en marcha”, señaló Jonas Otterheim, jefe de acción climática de Volvo Cars.