Durante el Foro AMDA 2024, Alfonso Pérez Reguera, Consultor Fiscal de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores A. C., dio un bosquejo de la historia del autofinanciamiento, destacando que en sus orígenes nació como un programa para contrarrestar las crisis financieras de los países y que estas no afectaran la venta de vehículos nuevos.
El efecto tanda
El autofinanciamiento no es concepto nuevo en Latinoamérica, ya que nació en Brasil y Argentina durante los años 70 para contrarrestar los efectos de la crisis económicas. En México, por su parte, llegó como un programa basado en las “tandas”, donde un grupo abierto de personas daba dinero en una deuda compartida para poder obtener un vehículo nuevo.
Este modelo fue adoptado primero en Guadalajara, Jalisco por Volkswagen, sin embargo, Nissan le dio un factor de actualización con SICREA para hacerlo más factible para ambas partes.
El autofinanciamiento en México
El autofinanciamiento posee características que lo hacen atractivo para el mercado al ser un modelo rentable y de baja inversión. Financieramente, destaca porque, luego de un periodo de 1 a 5 años, permite obtener utilidades constantes. Está diseñado para personas que perciben un ingreso de al rededor de 18 mil a 40 mil pesos.
Oportunidades
Esta forma de negocio aún tiene oportunidad para aportar más ganancias a las distribuidoras. “El autofinanciamiento es un mercado susbesplotado que requiere más atención para hacer crecer el sector”, dijo Pérez Reguera, además, agregó que este “viene a cubrir el flujo de ventas para hacer circular el negocio”. A su vez, el asesor finalizó la plática con breves consejos fiscales para quienes implementan el autofinanciamiento.
TE PUEDE INTERESAR: