La industria automotriz mexicana se encuentra en un momento de incertidumbre debido a la reciente imposición de aranceles, lo que ha generado preocupación y especulaciones por el impacto económico en toda la cadena de valor.
“Hay que recordar que nuestra cadena de valor es una cadena de valor muy consolidada, muy integrada y esto representa un reto y un desafío comenzando el día de hoy, haciendo realidad esta amenaza sobre los aranceles”, afirmó Elisa Crespo, Presidenta el Clúster Automotriz Metropolitano.
Aunque la preocupación es evidente, especialmente en lo que respecta a las pequeñas y medianas empresas (pymes), la directiva pidió no caer en especulaciones, pues las inversiones continúan. “A pesar de los retos, las armadoras han confirmado que no hay un plan de salida de inversiones, sino más bien un periodo de adaptación y revisión estratégica”, indicó en entrevista con Alianza Automotriz.
Reconoció que una de las primeras reacciones ante este anuncio fue la suspensión temporal de nuevos proyectos, no obstante, recordó que de los proyectos automotrices suelen desarrollarse a mediano y largo plazo, generalmente a cuatro años por lo que no vislumbra una salida masiva de fabricantes.
En este contexto, los fabricantes de autopartes y armadoras deben adoptar estrategias para mitigar el impacto económico. “Las empresas tendrán que hacer una revisión sobre sus negociaciones contractuales. Es decir, negociar el compartir la absorción de incrementos y costos. También hacer una revisión sobre el cumplimiento aduanero que es sumamente relevante en estos momentos”, recalcó.
El Clúster Automotriz Metropolitano juega un papel fundamental en este proceso, ofreciendo apoyo a sus socios a través de un grupo técnico para diseñar soluciones y compartir información. Esta colaboración no solo busca reducir el impacto de los aranceles, sino también mejorar la competitividad de las empresas del sector en el mercado global.
Es importante destacar que, si bien la industria automotriz es uno de los sectores más afectados, también representa una oportunidad para demostrar su capacidad no solo en manufactura, sino también en talento humano, para posicionar a México como el HUB de negocios más importante de Latinoamérica.
Aunque la situación es difícil, el compromiso con la industria y el país es firme, y se espera que, con unidad y adaptación, México mantenga su papel como un centro clave de manufactura en el ámbito global.