La producción de autopartes se ha transformado de forma significativa en los últimos 40 años con la evolución de los vehículos, pero también gracias a la forma en que se fabrican, pues en la actualidad la robótica y la inteligencia artificial son clave en el diseño y producción de cada unidad.
Evolución
En la década de los 80, la mayoría de los vehículos funcionaban con motores de combustión interna alimentados por gasolina o diésel. Mientras que las autopartes eran robustas, de hierro y de fácil reparación.
Conforme los autos evolucionaron, las autopartes también lo hicieron con la introducción de sensores, unidades de control y sistemas de inyección electrónica. A partir del año 2000, la evolución se aceleró, dando paso a los primeros modelos híbridos y eléctricos.
Francisco Antonio Ramírez Ayala, Gerente de Ingeniería de Martinrea International, recordó que antes “los vehículos eran más sencillos y con partes más simples. Actualmente son mucho más detallados.
Conforme evolucionó la industria automotriz, los coches eléctricos empezaron a requerir nuevos componentes y nuevos tipos de piezas. Hemos visto una evolución marcada por la tendencia de los vehículos eléctricos del momento”, dijo.
El especialista indicó que la principal diferencia entre los componentes de un vehículo de combustión y uno eléctrico es el tipo de ensamble. “Los autos eléctricos ya no llevan un motor, sino piezas estructurales, las cuales necesitan un mayor requerimiento técnico, principalmente en especificaciones de porosidad interna de la pieza y propiedades mecánicas del material”, aclaró.
Precisamente su composición es una de las características más importantes en la evolución de las autopartes.
Las propiedades mecánicas de las piezas “le dan la estructura que necesita para soportar las cargas que el vehículo requiere, como la enlongación y tenacidad de las piezas, debido a que tienen que soportar diferentes cargas en comparación con un motor de combustión”, además de tener otra apariencia y dimensiones.
Al igual que los autos, el diseño de las autopartes comienza con una conceptualización que dura de dos a tres años, ya sea que la armadora tenga el diseño o el fabricante de autopartes lo proporcione. ¿Cuántas personas participan en este proceso? El número varía según el tipo de proyecto y el tipo de pieza —eso sí, participan distintas áreas—Los especialistas trabajan en el proyecto con el diseño, pruebas funcionales, validación, calidad, ingeniería y, una vez que está en producción, todas las áreas involucradas se unen para fabricar la pieza, explicó el especialista de Martinrea International.
Capacitación
A pesar del avance tecnológico, el reto más grande está en el aftermarket (mercado de repuesto) y en la capacitación de técnicos. En México, la falta de talleres especializados y el rezago en la preparación de mecánicos ha dificultado la atención oportuna a la creciente demanda del mantenimiento de estos vehículos. La formación en mecatrónica, el uso de escáneres especializados y el conocimiento en sistemas de alto voltaje se vuelve indispensable para la reparación moderna, señaló Starsky Urbalejo, Especialista de MAHLE.
Precisamente, esta compañía de origen alemán se dedica al desarrollo de autopartes tanto para equipo original como para el mercado de repuesto y gracias a esta participación ha sido testigo de la evolución en la fabricación de autopartes.
Actualmente, en sus centros de investigación integran simuladores, donde pueden probar las piezas trabajando a ciertas temperaturas y con diferentes cargas, simulando diversos factores antes de fabricar el componente. Después de las evaluaciones se fabrican algunas piezas y se ponen a prueba en el mundo real. Un ejemplo de este trabajo es el auto 100% eléctrico que MAHLE tiene circulando en Europa y del cual observan su funcionamiento diario.
Llegamos a un punto en que la tecnología hoy por hoy nos ha alcanzado para fabricar elementos de calidad”.
El futuro de las autopartes apunta a un escenario híbrido, recalcó Urbalejo. Para 2035, se estima que 27% de los autos serán eléctricos, 28% a diésel y 45% con motores híbridos. Aún así, los autos de combustión interna se mantendrán en el mercado y necesitarán autopartes de calidad al igual que los de nuevas tecnologías.
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