Durante el Business Automotive Meeting 2024 (BAM 2024), celebrado en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, Alberto Bustamante, Director de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz (ANAPSA), ofreció una visión detallada sobre los retos que enfrentará México en la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026.
Principales desafíos en la renegociación
Bustamante destacó que uno de los puntos clave será el capítulo laboral, dado que las querellas en materia de derechos laborales han sido recurrentes. Hasta ahora, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) ha presentado 30 casos, lo que subraya la importancia de garantizar reformas laborales consistentes con los compromisos del T-MEC.
Otro desafío, dijo el especialista de ANAPSA, será la atención a las políticas energéticas, un tema en el que México ha enfrentado críticas por posibles restricciones al acceso a energías renovables. La solución a estos problemas será crucial para evitar disputas comerciales.
Impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China
El especialista explicó cómo la disputa comercial entre Estados Unidos y China ha beneficiado indirectamente a México. La imposición de aranceles a productos chinos ha fortalecido la posición del país como proveedor clave para el mercado estadounidense, especialmente en el sector automotriz.
Reformas necesarias y protección de la industria
Asimismo, el Director de la ANAPSA subrayó la importancia de impulsar reformas secundarias que garanticen el cumplimiento de las disposiciones del T-MEC. Entre ellas, destacó la necesidad de adaptaciones legales para proteger las inversiones y fortalecer la infraestructura jurídica y laboral en el país.
Por último, mencionó la relevancia de las cartas paralelas firmadas en el marco del T-MEC, que han protegido la exportación de vehículos ligeros y autopartes. Estas herramientas deberán renegociarse para evitar futuros conflictos comerciales.
México, listo para liderar
Con un equipo sólido y experiencia previa en la renegociación del T-MEC, México busca posicionarse como un actor clave en esta revisión, aprovechando sus ventajas competitivas en el sector automotriz y su creciente protagonismo en la cadena de suministro de Norteamérica.
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