Aproveche la capacitación

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Debido a malas experiencias algunos han llegado a pensar que es un gasto. Pero la capacitación es una inversión que se puede aprovechar para mejorar en el ámbito personal y empresarial

Hablar de la capacitación es hablar de uno de los caminos que tienen las empresas y las personas para buscar la superación y la competitividad, a través de adquirir conocimientos, desarrollar habilidades y destrezas y de modificar conductas y actitudes para volverlas positivas.

Pero la capacitación, como cualquier otra herramienta, por si misma no tiene ningún valor. Su utilidad depende de cómo y para qué la usemos y por lo tanto es indispensable detenernos a reflexionar sobre la forma en que debemos emplearla. Si me lo permiten, quiero señalar los puntos a considerar para aprovecharla.

Elija bien

El mercado de la capacitación ofrece muchas opciones, y usted como cliente debe hacer valer su papel y no elegir la primera, sino la mejor. Si quiere capacitarse en un tema en específico, busque dos o más opciones de oferentes o capacitadores que le puedan brindar esos temas y evalúe con quien de ellos podrá tener mejores resultados (Consulte Alianza Automotriz de marzo del 2005 para saber cómo puede evaluar a un capacitador).

También es importante saber en que tema debe capacitarse. A veces, los talleres se capacitan en lo que les gusta, pero no en lo que necesitan. Usted puede hacer un breve diagnóstico para detectar en que debe capacitarse; comience por llevar un historial de los problemas a los que se enfrenta en su taller para que identifique los que más se repiten y afectan, de forma que usted busque eliminarlos por medio de un curso o una asesoría.

Por ejemplo, si usted detecta que la mayoría de los problemas se derivan por fallas en los diagnósticos del sistema de frenos, es obvio que deben capacitarse en estos temas.

Sin embargo, por experiencia propia, sé que aunque en muchos talleres los problemas más graves sean de atención al cliente o de manejos administrativos, sus dueños nunca contemplan capacitarse en estos temas porque los consideran innecesarios.

Así que no se guié por la intuición, y haga una minuciosa revisión de que le está ocasionando más pérdidas económicas y de tiempo para que lo corrija con los cursos y conocimientos adecuados.

Si se inscribe a un curso, ¡asista!

No quisiera nuevamente sonar muy obvio, pero es un hecho que muchas personas se inscriben a cursos que no aprovechan sencillamente porque faltan a una o más sesiones. Sobre todo en casos de que el que está inscrito no es el que paga, he notado una falta de interés por asistir a cursos, como si el simple hecho de inscribirse les transmitiera los conocimientos.

Antes de inscribirse piense si podrá cumplir en tiempo y forma, y no falte o llegue tarde a menos que haya una razón de suficiente peso para justificar esa ausencia.

Y si usted es empleado y su empresa le está pagando el curso, no por esto le ponga menos interés. Cuando salimos de un trabajo, lo único seguro que nos podemos llevar son los conocimientos adquiridos. Personalmente me da tristeza ver como algunos desperdician los cursos pensando que dañan a la empresa, cuando los principales perjudicados son ellos mismos.

Concéntrese en el curso

Algunas personas no faltan ni llegan tarde, pero su mente está en otro lado aunque su cuerpo esté en el salón de clase. Si algo lo distrae, piense que sea lo que sea, no lo podrá resolver estando allí y por el contrario, está perdiendo tiempo y no resuelve ni una cosa ni la otra.

Haga preguntas

Hay quienes no preguntan porque les da pena demostrar que no saben. Pero precisamente por eso nos capacitamos, porque no sabemos pero deseamos aprender. Otros no preguntan porque sienten que sus preguntas son muy simples o que el instructor se puede molestar. Yo en lo personal nunca considero una pregunta como tonta y por otro lado, si un instructor se molesta ante una pregunta, demuestra que le falta capacidad, y si es así, usted debe buscar otra opción.

Resolver nuestras dudas es el proceso que nos lleva a cubrir los huecos que tenemos en nuestros conocimientos y por lo tanto a fortalecernos en nuestra seguridad.

Tome notas

A mi me asombra saber que hay personas que al parecer tienen una excelente memoria. Por lo menos así lo creo cuando imparto cursos y veo que los asistentes no toman nota y algunos de ellos se presentan inclusive sin papel y pluma.

Desafortunadamente, cuando pregunto compruebo que no es porque no necesitan anotar sino porque no desean hacerlo.

Asistir a un curso o una conferencia y no tomar notas, equivale a dejar en el olvido una gran cantidad de los conocimientos impartidos, porque el ser humano promedio no tiene la capacidad para almacenar toda esa información recibida de golpe.

El pretexto de algunos es que no anotan porque prefieren poner atención y después pedir los apuntes prestados para fotocopiarlos. Pero las ventajas de tomar nota son que al escribir involucramos habilidades espaciales y motoras y por lo tanto fijamos de mejor forma los conocimientos; en cambio, escuchando y fotocopiando involucramos exclusivamente habilidades auditivas y visuales, además de que estamos atenidos a lo que la otra persona decida anotar.

Si le dan manual: ¡Léalo!

Una de las bromas de estudiantes consiste en decir que basta dormir la noche anterior al examen con la cabeza sobre un libro para que por ósmosis, los conocimientos de éste se pasen al cerebro.

Y parece que algunas personas toman en serio esta broma porque reciben el manual del curso pero no lo leen ni lo consultan. Utilice el manual durante y después del curso, subraye lo importante y ponga notas adicionales y comentarios para enriquecer la información, consultándolo cuando necesite reforzar sus conocimientos.

Aplique los conocimientos

Durante el curso, continuamente reflexione sobre los conocimientos que va adquiriendo y de cómo los puede aplicar en la vida diaria: Esto le ayuda a darles sentido y utilidad y por lo tanto la memoria los almacenará de mejor forma.

Ya durante sus actividades, aplique en lo posible lo aprendido, para reafirmarlo y llevarlo a ser una conducta. Cualquier conocimiento se va borrando con el tiempo a menos de que exista un reforzamiento que lo mantenga vigente.

Recuerde: La capacitación requiere de tiempo y dinero, lo que algunos consideran gasto y solamente se convierte en una inversión si la aplicamos y utilizamos adecuadamente.

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