“A ver, tú súbete, nosotros le empujamos”, una de las máximas muestras de empatía y compañerismo entre los mexicanos; la cultura de ayudarle a quien se quedó sin batería, porque nunca nadie trae pinzas en su cajuela.
Pero, ¿qué tan bueno es hacer esto?
La vieja usanza dictaba empujar el vehículo, quizás buscar una bajadita y luego intentar arrancar cuando ya se tiene cierta velocidad, y claro, sin olvidar no apagarlo pronto para que la batería se recargue y no vuelva a ocurrir al volver subirse.
Sin embargo, esto ya no es lo más hit, pues tu coche podría sufrir daños. El asunto se centra en el catalizador, esa cosa que te ayuda a pasar la verificación con la calcomanía cero y es que es el encargado de reducir las emisiones contaminantes en el sistema de escape.
Y es que hacer arrancar al motor a empujones hace funcionar ciertas partes de éste, y al no haber combustión, los líquidos pueden comenzar a fluir afectando otras partes del tren motriz.
Una vez que llegue esto al sistema de escape, el catalizador puede verse fuertemente afectado, incluso al grado de tener que cambiarlo… lo que puede salir más caro que pagar la grúa en principio, comprar unas pinzas, o bien, cambiar la batería.
Así que ahora lo sabes: prevente con unas pinzas en tu automóvil para no padecer después con otros costos.