Una temperatura de 27ºC en el interior del vehículo aumenta el número de accidentes en un 11 por ciento y que a una temperatura de 32ºC el porcentaje se sitúa incluso en el 22 por ciento aproximadamente, indicó un estudio realizado por la Gesamthochschule de Wuppertal y encargado por el Bundesanstalt für Straßenwesen (instituto de investigación vial dependiente del Ministerio Federal de Transporte alemán).
Un sistema de aire acondicionado no solamente aumenta el bienestar dentro del vehículo, sino también la seguridad. Para ello es indispensable que el sistema funcione de forma impecable y esto necesariamente pasa por realizar un mantenimiento regular, tal como aconsejan los expertos en climatización de Behr Hella Service. En la revisión anual del sistema de aire acondicionado deben comprobarse, por tanto, el compresor, el condensador, el evaporador y la válvula de expansión.
Por otra parte, el refrigerante presente en el sistema de aire acondicionado se evapora de forma natural hasta un 10 por ciento cada año y, por tanto, los tubos flexibles y las juntas pueden secarse y presentar fugas. Cada dos años debería cambiarse el refrigerante, verificar la estanqueidad y sustituir el filtro deshidratador. Solamente el mantenimiento adecuado hace que el aire acondicionado funcione a pleno rendimiento y sobre todo evita los elevados costes de reparación: éstos pueden ascender hasta los un mil euros, si se debe sustituir el compresor del aire acondicionado.
Un sistema de aire acondicionado que funcione perfectamente no sólo previene al conductor del estrés a causa del calor, sino que vela también por la calidad adecuada del aire. Pues de lo contrario, el aire demasiado húmedo empaña los cristales, y el aire demasiado seco reseca la mucosa ocular.
El mantenimiento regular protege también contra microorganismos peligrosos y causantes de alergias que se encuentran en el medio ambiente o en evaporadores y filtros de aire del habitáculo sucios. Por esta razón, el evaporador debería desinfectarse y los filtros de aire del habitáculo sustituirse cada 15 mil kilómetros. Esto evita los olores desagradables provocados por las bacterias y previene las reacciones alérgicas. El polvo, el polen y el hollín del aire exterior se filtran adecuadamente y con ello se evitan también las incrustaciones de suciedad en el motor del ventilador, previniendo así posibles y costosos daños a causa del sobreesfuerzo mecánico.
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