BMW Group dio a conocer un nuevo paso en su estrategia global de sostenibilidad al anunciar que, para 2035, reducirá sus emisiones de CO2 en al menos 60 millones de toneladas métricas en comparación con los niveles de 2019.
Este objetivo representa un recorte adicional de aproximadamente 20 millones de toneladas frente a la meta ya establecida para 2030 y refuerza el compromiso de la compañía con la neutralidad climática a más tardar en 2050, en línea con el Acuerdo de París.
Con esta nueva meta, BMW apuesta por una estrategia integral de descarbonización que abarca todo el ciclo de vida del vehículo, desde la cadena de suministro y la producción, hasta la fase de uso y el final de vida del producto.
Además, BMW Group estima que para 2035 el impacto climático de su modelo de negocio se reducirá de forma significativa, ya que por cada euro generado se emitirá menos de la mitad de CO2e en comparación con 2019.
Entre las medidas clave para lograr este avance se encuentra el uso creciente de energías renovables tanto en la producción como en la cadena de suministro, una mayor incorporación de materias primas secundarias y mejoras constantes en la eficiencia de los vehículos. Estas acciones se complementan con innovaciones en productos y procesos que se aplican a todas las variantes de propulsión, bajo el enfoque de Apertura de Tecnologías que distingue a BMW Group.
Esta estrategia tecnológicamente neutral contempla vehículos eléctricos a batería, híbridos conectables, modelos con celdas de combustible de hidrógeno y motores de combustión, permitiendo adaptarse a las necesidades de los clientes y a las distintas realidades de infraestructura en cada región del mundo. La compañía reconoce que la demanda de vehículos eléctricos, por sí sola, no será suficiente para alcanzar las metas de reducción de emisiones, por lo que apuesta por una transformación integral.
En la cadena de suministro, uno de los focos principales por su impacto en emisiones, BMW Group prioriza el uso de energías renovables y materiales de menor huella de carbono, especialmente en componentes como baterías de alto voltaje, acero y aluminio. En producción, la empresa mantiene estándares elevados: desde 2020, toda la electricidad adquirida para sus plantas proviene de fuentes renovables, y su nueva fábrica en Debrecen, Hungría, opera sin el uso de combustibles fósiles.
Durante la fase de uso, la eficiencia sigue siendo clave. Tecnologías como BMW EfficientDynamics y la electrificación progresiva de la flota permiten reducir el consumo energético. Con estos pasos, BMW Group consolida su liderazgo en la transición hacia una movilidad más sustentable y de menor impacto ambiental.
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