Mireya Peralvillo
Aunque todavía faltan las ratificaciones de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, el Tratado México-Estados Unidos y Canadá (T-MEC) puede ser una oportunidad para que los fabricantes de autopartes mexicanos, por fin, ingresen a la cadena de valor de los fabricantes de autopartes.
La obligación de aumentar de 62.5% a 75% el contenido regional es una oportunidad para los manufactureros locales, sin embargo el reto es enorme, ya que se tienen que alinear a los estándares internacionales
Mario Hernández, socio líder del segmento de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) de la consultora KPMG explicó a Alianza Automotriz que en México hay empresas locales pueden producir autopartes para la industria, pero les falta financiamiento y estímulos para que se integren a la cadena de suministro.
Se tienen que profesionalizar a las compañías que tienen el potencial para ser proveedores. “No hemos logrado integrar proveedores de materias primas, pocas empresas tienen programas agresivos de crecimiento”, indicó.
Mientras que Lorena Isla, directora de movilidad de América Latina ve una oportunidad para los fabricantes mexicanos dentro de un esquema global, sin embargo, reconoce que el principal problema es la falta de disciplina. “El tema con el mexicano es la falta de estructura y disciplinas, conocen las normas, pero permiten que los equipos de trabajo se brinquen la norma, generas baja calidad, allí está el error”.
La consultora indicó que las armadora y algunos fabricantes Tier 1 y 2 tienen programas de desarrollos de proveedores, para que las empresas se acerquen a ellos, solo tienen que “estandarizar y generar disciplina”, dijo.