En la década de 1920, el icónico Ford modelo T incorporó por primera vez un receptor de frecuencias de radio en sus unidades. De esa manera, los automóviles comenzaron a tener rudimentarios sistemas de car audio como parte de sus prestaciones.
A 100 años de distancia el audio se ha vuelto imprescindible para los propietarios de vehículos, quienes encuentran en la música, los podcasts o las estaciones de radio, un refugio con el cual combatir el tedio del tránsito citadino o disfrutar de los trayectos largos en carretera.
Por tal motivo, existen personas amantes de los autos y de la música que han decidido ir a otro nivel hasta invertir miles de pesos en un potente sistema de car audio, industria que ha crecido rápidamente en México durante los últimos años.
Pero ¿qué es el car audio? Este fenómeno consiste en modificar, enriquecer o reemplazar el sistema de sonido original de un automóvil. Dicha customización se diseña con base en el gusto de cada usuario, quien comúnmente busca la mayor calidad, fidelidad, potencia y armonía.
Ricardo Rangel, fundador de la empresa especializada Monster, explica que los conductores que invierten en un buen sistema, es porque tienen una relación estrecha con la música, pues ésta es fundamental en cada momento de su vida.
“Yo creo que el car audio, y la música en general, tienen un espacio para todo el mundo, para toda la familia, para cuando estás con los ‘compas’ o cuando estás solo con tu novia y quieres estar romántico”, expresó en entrevista con Alianza Automotriz.
Un sistema de car audio se compone por diversos elementos que pueden ser tantos como el cliente quiera. Sin embargo, una configuración sencilla usualmente tiene una fuente de sonido, bocinas, un amplificador, un subwoofer y el cableado.
No obstante, un sistema más complejo puede incluir consolas, pantallas, luces, bocinas coaxiales, set de medios, altos y bajos, epicentros, material insonorizante, tweeters y drivers, procesadores DSP, bazookas, cajones, fibra de carbono, tableros, entre otros componentes.
RADIOGRAFÍA BÁSICA DEL CAR AUDIO
La mayoría de quienes incursionan en esta afición comienzan con un sistema sencillo conformado por la fuente de sonido, es decir, un autoestéreo, un reproductor de discos, un lector de USB o inclusive un celular a través de una entrada auxiliar o bluetooth. Si se requiere más potencia, los amplificadores son esenciales. Mientras que el subwoofer le otorga fidelidad a los sonidos graves y subgraves, sin dar paso a la distorsión de las frecuencias sonoras.
Se recomienda que el usuario que desee hacer una instalación tenga en mente sus géneros musicales favoritos para que la configuración esté dirigida hacia esos ritmos, ya sean graves, medios o agudos. Sin embargo, lo óptimo es que el montaje saque el máximo provecho a toda la variedad existente.
En ese sentido, Israel Olivares, gerente de ventas de la compañía Genius Audio, indica que actualmente hay tres grandes tendencias dentro de este movimiento: el SQ, el SPL y el Open Show.
Explicó que el SQ o Sound Quality busca una tonalidad completa donde el sistema pueda reproducir cualquier canción de manera inmersiva, con nitidez y coherencia musical. Por otra parte, el SPL o Sound Pressure Level apuesta por la presión sonora en la que los subwoofers y amplificadores son indispensables. Finalmente, el open show hace referencia al espectáculo y la creatividad en lugares abiertos, donde los vehículos cuentan con numerosas bocinas, bazookas y tweeters, entre otros elementos para potenciar el sonido.
INSTALACIÓN PROFESIONAL
Es importante que quienes deseen modificar sus sistemas de audio originales acudan con un especialista, pues esto evitará que haya riesgo de que se pierda la garantía de las agencias en los vehículos más recientes.
Luis Gardel, colaborador de la empresa Carbon Audio, apunta que las nuevas tecnologías han evolucionado lo suficiente para poder realizar instalaciones completas sin cortar algún cable del sistema original.
“Siempre es recomendable ir con un profesional para que les puedan hacer una recomendación de un sistema de audio apropiado a sus objetivos. Todos empezamos con algo básico, muy sencillo, con un amplificador, por ejemplo. Después cambias los medios y le agregas un bajito. Es algo muy padre, la verdad”, aseveró.
En México no existe una certificación oficial en car audio, sólo cursos y talleres; sin embargo, hay empresas con personal capacitado y con mucha experiencia. Además, asistir a un establecimiento serio siempre dará la garantía de que lo que se instala se hace correctamente o de que habrá una respuesta responsable en caso de algún incidente.
“UN HOBBY CARO”
Esta industria tiene una gran oferta de productos para todos los gustos y bolsillos. Hay equipos básicos que pueden ir desde los 30 mil pesos, o menos, hasta inversiones millonarias que valen más que el mismo vehículo.
José Luis Aguilar es propietario de un “vocho” 1971, heredado por su padre. En la instalación de su sistema de sonido para el open show ha invertido más de 370 mil pesos, contando las modificaciones del tablero y de los interiores con el fin de sumar más bocinas y amplificadores.
“La verdad el car audio sí es un hobby bastante caro. Pero debes sacar el máximo de cada elemento con lo poco o mucho que inviertas. Yo pienso que quienes entramos a este mundo amamos la música y ésta corre por nuestras venas”, afirmó.
Componentes de un sistema de sonido estándar
- Fuente de sonido
- Pantalla
- Bocinas
- Amplificador
- Subwoofer
- Bocinas coaxiales
- Bazooka
- Tweeters
- Epicentros