Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Romanos 8:28
Aunque en ocasiones sentimos que no tenemos todo lo que aspiramos en la vida, el tiempo nos enseña que la vida nos da sólo lo que Dios ha preparado para nosotros, es su voluntad la que permea en nuestros corazones ¡Sólo es cuestión de tiempo para entenderlo!
Con el tiempo, aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado…
Con el tiempo, te das cuenta que casarse sólo porque “te estas quedando”, es una clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso.
Con el tiempo, comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo, te das cuenta de que si estas al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo, te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.
Con el tiempo, entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo, aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo, aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo, comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo, te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible.
Con el tiempo, te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados.
Con el tiempo, aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo, comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo, te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo, aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente, ¡sólo con el tiempo!
“El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde”, justamente cuando ya no hay tiempo.