Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida; contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡Tu mano derecha me podrá a salvo!
El señor cumplirá en mí su propósito.
Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos!
Salmo 138: 7 y 8.
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Más allá de cuántas veces nos debilitamos en la vida y cómo salimos de ese paso, se dice que estar a solas nos hace ser más vulnerables a nuestros miedos y pensamientos; aunque la soledad no es tan mala después de todo, sólo cuando hay ausencia de Dios y resentimos las consecuencias de ello.
Pero si aceptamos esos momentos difíciles como la oportunidad para reiterar nuestra gratitud a Dios, es la oportunidad propicia para pedirle nos ayude a encontrar el camino nuevamente.
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Cuando siento que mis fuerzas ya no dan más de si y que cada paso que doy es en vano… sólo me queda Dios.
Es el único que nada me dice y al que puedo hablar de todo, puede ser que esto suene hasta tonto para algunas personas, pero cuando nada te salga bien en la vida, tus fuerzas flaqueen, y no encuentres apoyo, lo mejor que puedes hacer es buscar a Dios.
Búscalo en tu cuarto cuando estés sola, cuando tengas un tiempo para reflexionar sobre tu vida.
Si lo estás haciendo bien o mal, sólo Él es la respuesta.
Muchas veces en mi vida diaria tengo mil cosas para solucionar, con las que siento que no puedo y me dan ganas de llorar, me echo sobre mi cama y trato de estar conmigo misma, en un minuto de silencio que siempre me tranquiliza.
La vida tiene muchas dificultades, a veces nuestra propia soledad nos hace malas pasadas, muchas veces nos sentimos incomprendidas, llenas de dudas y despertamos sin querer ver el nuevo día.
Y no puede ser, porque hay una persona que nos ama tal como somos, no necesitamos dinero ni belleza, ni cosas materiales, sólo amarle y pedirle con mucha fe y el sabrá darnos lo necesario.
Cuando nos falte la fe… allí está Dios.
Depresión… mejor acudir a Dios.
Cuando sintamos que nuestras deudas son muchas… Él nos ayudará a seguir el camino para conseguir lo que necesitemos.
Cuando el dolor del amor no correspondido pide paz… Dios te los dará.
Todo cuanto necesites y sientas, cuéntaselo a nuestro Señor que es nuestro mejor amigo, nuestro mejor aliado, nadie puede vencerle, ni siquiera la maldad del mundo.
Confiemos en nuestro Señor, antes de emprender cualquier proyecto hazlo en su nombre y todo estará bien.
Dios, ¡qué sería de nosotros sin ti!
Tantas veces te olvidamos y tú siempre estás a nuestro lado, sólo cuando estamos en desgracia o problemas recurrimos a ti.
Perdona Señor nuestras malas acciones y haznos seres dignos de tu amor.
Hoy dediquemos un momento a quien tanto nos da, a pesar de nuestros errores.
Autor: Shoshan.