En el año 2000, el aftermarket y la industria automotriz lucían muy distintos. Apenas circulaban alrededor de dos millones de vehículos, había pocas marcas —unas 20— y la variedad de modelos era limitada. Las refaccionarias tradicionales dominaban el escenario, con procesos unidireccionales en los que el cliente dependía totalmente del conocimiento del vendedor. Así lo recuerda Carlos Everest, Senior Account Executive-Mexico de Bill Murray & Associates; esto durante el International Aftermarket Summit 2025.
Todo comenzó a cambiar en 1998 con la llegada de AutoZone a Nuevo Laredo, Tamaulipas. Fue la primera tienda en introducir el concepto de piso de ventas en el que el cliente podía ver, comparar y elegir los productos por sí mismo, marcando el inicio de una nueva etapa para el retail en el aftermarket mexicano.
Pronto este concepto de comercios se popularizó y aparecieron cadenas como Autex, AutoZone, Rolcar, RC, O’Reilly, Refacciones del Valle, Jomar Autopartes y Big Auto, las cuales en conjunto suman más de 1,600 tiendas en todo el país. Su expansión responde a varios factores clave: la correcta ubicación, un surtido alineado a la región*, la capacidad de reabasto rápido y una atención personalizada.
Diferenciadores
En este sentido, el directivo explicó que el servicio al cliente es uno de los diferenciadores más importantes. Asimismo, tener políticas de devolución claras, procesos flexibles para cambios y una atención que genere confianza son elementos fundamentales para mantener y ganar consumidores.
Además, las tiendas de aftermarket han entendido que la construcción de marca es tan relevante como el inventario. Apostar por una identidad clara, generar lealtad y mantener estándares de calidad fortalece su posición frente a los talleres y usuarios finales.
Cabe destacar que la incorporación de catálogos digitales también se ha vuelto esencial, especialmente para atender la complejidad creciente del parque vehicular, con cientos de modelos y miles de combinaciones posibles. Escuchar al mercado, adaptarse con rapidez a las nuevas necesidades y mantener una mentalidad de innovación continua son ahora requisitos para sobrevivir en el retail automotriz.
En un entorno donde los autos cambian, los motores evolucionan y los clientes exigen más, las tiendas de aftermarket modernas ya no solo venden refacciones: venden confianza, experiencia y soluciones.
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