Rodrigo Carmona
A pesar de que su producción comenzó a viralizarse a partir de 2020; el país tuvo y aún tiene que adaptarse a las demandas de los vehículos eléctricos. Sin embargo, ante el interés del comprador, la adaptación de México a este mercado se da de forma paulatina.
Con todo y las adversidades, a lo largo de estos tres años México se ha posicionado como uno de los principales exportadores de vehículos eléctricos en el mundo, al ocupar el séptimo lugar de su fabricación, de acuerdo a cifras presentadas por la ITA (Administración de Comercio Internacional por sus siglas en inglés).
Por otro lado, de acuerdo a datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en México creció en la demanda de vehículos eléctricos vendidos.
Para 2020, del total de autos comercializados el 1.8% fueron autos eléctricos. Para 2021 la cantidad casi se duplicó al alcanzar 2.4% de ventas; mientras que en 2022 se registró un 8.8% de ventas de este tipo de vehículos.
Proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que para el 2030, México venderá poco más de 72 mil vehículos eléctricos a nivel nacional.
Lo anterior, representaría un crecimiento de 2,000% de ventas más a las que se registran actualmente; lo anterior representa un interés exponencial entre los compradores, sin embargo, México tiene algunos topes que sobrepasar todavía.
Retos para su adopción en México
A pesar de que en los últimos años se duplicó la venta de vehículos eléctricos en el país, México poco a poco se prepara para la transición a la compra de este tipo de automóviles.
De acuerdo con especialistas de EY Mobility Consumer Index Latinoamérica, uno de los retos más fuertes que enfrenta el país es la falta de información sobre autos eléctricos.
Otro reto es que las viviendas mexicanas no cuentan con la infraestructura necesaria para recarga. Para combatir esta deficiencia, Diana Quezada, analista senior del equipo de movilidad en S& P de Global Mobility, reveló México podría aplicar políticas similares a las de China o Estados Unidos, quienes otorgan estaciones de carga en la vivienda, una vez que se adquiere el auto.
Otro de los retos que tiene el país, es capacitar al personal independiente que da mantenimiento al vehículo.