Blindaje, localización vehicular, e inmovilizadores, son los principales sistemas que equipan actualmente los automotores.
Invertir en sistemas y dispositivos de seguridad, desde hace algunos años, dejó de ser un lujo para convertirse en una necesidad. Los altos índices de delincuencia en el país, hoy colocan a esta industria en constante crecimiento, la cual se expande cuatro por ciento cada año.
De acuerdo con datos de este sector, actualmente México es el principal consumidor en sistemas de seguridad en Latinoamérica, cuyo valor en el mercado asciende a más de mil 200 millones de dólares.
Lo anterior, debido a que el mercado pasó de demandar simples alarmas a sofisticados equipos, que en materia automotriz van más allá de dispositivos de localización vehicular.
Especialistas en la materia, advirtieron que los robos de automotores tienden a incrementarse en épocas de crisis, siendo la gente de estratos sociales medios y altos quienes más invierten en seguridad.
Supera expectativas
De hecho, ante el constante hurto de automotores, que sólo en enero de este año creció en promedio 10 por ciento con respecto al mimo mes de 2008, según informes del jefe general de la Policía Judicial del Distrito Federal, Jesús Jiménez Granado, y los altos índices de secuestros en el país, el blindaje ha superado sus expectativas.
Mauricio Natale, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), expuso que esta industria reporta incrementos anuales por más del 10 por ciento.
Para este año, pronosticó que dicho sector al cierre de 2009 mantendrá un incremento similar a años anteriores, a pesar de la situación imperante en la industria automotriz nacional.
Señaló que aunque la industria del blindaje se encuentra ligada a la venta y producción de vehículos en el país, la reducción de este mercado no impacta de manera directa.
Impone tecnología
Pero no sólo el blindaje es una opción demandante, también los sistemas de localización vehicular, ya sea por radiofrecuencia o GPS, los cuales resultan idóneos para frenar a la delincuencia.
En este aspecto, frente a un promedio de 77 vehículos hurtados diariamente, autoridades gubernamentales recomiendan a los conductores la instalación de algún equipo de localización.
Incluso, más que una recomendación, en el DF ya es un requisito, dispuesto en la fracción XI del artículo 16 del Reglamento de Tránsito Metropolitano, que establece que los automóviles modelo 2008 en adelante “deben de contar con un dispositivo de geolocalización o de georeferenciación satelital radioeléctrico o de tecnología similar”, con el fin de reducir los índices de vehículos robados.
Miguel Anguiano, director de operaciones e infraestructura de Lo Jack, empresa especializada en tecnología para la recuperación de autos sustraídos, explicó que la tecnología de localización en este segmento en los últimos dos años ha ampliado su presencia a pasos agigantados; pero en los últimos meses, debido a la situación económica actual, bajó ligeramente su ritmo.
“Los sistemas de localización de vehículos han tenido un impacto y un incremento fuerte, aunque debido a los desplomes de las economías globales se encuentra en una doble acción, ya que por momentos se puede expandir el negocio y a veces se restringe”, recalcó.
Destacó que hoy en día la radiofrecuencia registra una penetración importante en el mercado de sistemas de localización, incluso por arriba de los de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés).
Esto, porque ofrece una señal mucho más estable que no se pierde debajo de túneles, estacionamientos subterráneos o lugares techados, al funcionar mediante antenas y espectros de frecuencia.
Según informes de la empresa, sólo en el 2008 logró la colocación de 55 mil dispositivos; sin embargo, este año ante el anuncio de las autoridades del decrecimiento de la economía nacional, prevé mantener el mismo número de unidades comercializadas.
A decir del directivo, actualmente Lo Jack tiene instalados dispositivos de radiofrecuencia en alrededor de 270 mil automotores, ocupando casi el 75 por ciento de ese nicho.
Otras alternativas
Si bien el blindaje y los equipos de localización han ganado terreno, aún el mercado de la seguridad automotriz en su mayoría está compuesto por diversos accesorios tradicionales: alarmas, bastones, películas anti-asalto, e inmovilizadotes, entre otros.
Estos últimos, con más de un lustro en el país, poco a poco han incrementado su potencial, al tratarse de dispositivos electrónicos o trasmisores personales que mandan señales de frecuencia a un modulo central instalado previamente dentro del auto; dichas señales se emiten cada 20 segundos.
Su característica principal está basada en dos maneras más comunes de robo de auto, que es cuando se encuentra estacionado, o en circulación y el chofer es bajado de la unidad.
“Si nosotros nos alejamos del vehículo con el transmisor, se va a iniciar un conteo de 75 segundos para que bloquee el encendido o bien detenga su marcha; si somos asaltados en un semáforo, la unidad va avanzar en ese momento y al completar ese tiempo se va a pagar completamente”, argumentó Renato Téllez, propietario de la empresa Centro de Alarmas y Películas Anti-asalto (CAPA).
Agregó que la compañía lleva trabajando con esta tecnología alrededor de siete años, en la cual ha tenido éxito y aceptación en flotillas gerenciales de empresas comerciales.
Destacó que los autos que cuentan con este dispositivo y son robados, generalmente son localizados en un perímetro de un kilómetro.
Sin embargo, al ser tecnología estadounidense, que se arma en China, Taiwán y Japón, el precio está sujeto a la cotización peso-dólar, lo que frena a veces su comercialización.