Hagamos un ejercicio, retrocedamos en el tiempo 40 años. Vas con tu “vochito” por las calles del México Mágico, es la década de los 80 y algunos negocios sobresalen por sus nombres: “Mofles”, “El pistón”, “Mecánico Flores e Hijos”, “Servicio Automotriz”, “Taller Mecánico Gamboa”… nombres comunes para los talleres mecánicos. Ahora regresa al presente. Conduces un auto híbrido o eléctrico y el taller donde lo reparas se llama “CompuServi”, “TecnoCar” o “AutoMasters Martínez”.
Antes, las reparaciones se hacían con piezas genéricas y los talleres mecánicos eran negocios familiares donde el conocimiento pasaba de generación en generación. Hoy es distinto.
Al igual que los vehículos, la forma de darles mantenimiento y repararlos cambió. Atrás quedó el dicho de “si no quieres estudiar, sé mecánico”. En la actualidad, los técnicos automotrices necesitan conocimientos superiores para reparar un auto eléctrico, obligándolos a tener formación como ingenieros mecatrónicos o especialistas en sistemas eléctricos.
¡La mecánica cambió y vaya que lo hizo! Abel Domingo Chávez, Secretario General de la Confederación Nacional de Talleres (CNT), con más de 40 años de experiencia, sonríe al recordar los vehículos de esa época en la que los motores eran muy similares, con problemas comunes como quemar gasolina de más, fallas en los pistones, metales o juntas. “Siempre nos ‘daban guerra’ el sistema de enfriamiento y los sistemas de lubricación, pero con un buen mantenimiento los autos duraban mucho”.
Rememoró cómo los autos cambiaron y cómo algunos mecánicos se quedaron en el camino, pues no se actualizaron. Mientras que otros decidieron retirarse y dejarle el negocio a sus hijos o nietos, quienes sí se prepararon para reparar estas nuevas unidades.
“La gente ya se preocupó por estudiar un poco más. Se crearon muchas escuelas de mecánica. Nacieron asociaciones”. También recordó que él fue de los primeros técnicos en llevar capacitaciones a la ciudad de Oaxaca hace 25 años.
Mientras que Eliseo Raúl Estrada Araiza, mecánico de Tepic, Nayarit, recordó sus primeros pasos en la mecánica a principios de los 80, cuando los vehículos tenían condensador, platinos y carburadores. “Yo era chavo y veía a los maestros mecánicos.
Recuerdo que cuando salió el sistema electrónico en Dodge no encontrábamos una falla y lo llevamos con un eléctrico, pero él decía que el problema era mecánico y así estuvimos con el auto de arriba para abajo, porque no había capacitaciones como ahora”.
“Los motores de antes eran de fierro colado, así nomás, y soportaban temperaturas de 80 y 90 grados centígrados. Pero ahora la tecnología ha avanzado tanto que todos los motores son de cinco, seis o siete metales; hechos de aluminio o platino, que soportan temperaturas más altas”.
“Al paso que vamos, pronto vamos a volar. Ya existen vehículos híbridos, eléctricos, y tenemos muchísima tecnología. Actualmente, todo aquel que quiera incursionar dentro del área automotriz, realmente deberá estudiar bastante, pues tendrá que saber de mecánica, electrónica, física, química, computación e inglés. Si no sabes esto, pues estas ‘frito’”, explicó.
“La mecánica es como un trapeador. Vas trapeando y a la hora de sacudirlo, todos los que no están preparados se van”, afirmó Víctor Manuel García Galicia, mecánico de Salamanca, Guanajuato.
“Muy poca es la gente que quiere invertir. Por eso dice un dicho bien claro: ‘vacía tus bolsillos en tu mente y nunca estarán vacíos’”, dijo, mientras recordaba sus inicios en la mecánica automotriz hace 40 años. “Los mecánicos de aquel tiempo, se quedaron en el camino, se quedaron en el carburador, los platinos y de ahí no pasaron”.
En su experiencia, falta profesionalizar el oficio de mecánico, pues los autos nuevos requieren de un conocimiento mucho más amplio. “A los profesionistas se les exige tener una cédula, un permiso o una certificación. Aquí no existe eso y la tecnología va mucho más avanzada en el área automotriz”, afirmó.
A Enrique Juvencio Martínez le tocó conocer los autos carburados, “ese era muy latoso”, dijo entre risas. “Todos los vehículos que se fabricaron de 1960 a 1993 eran carburados, sin embargo, a partir de 1993 se integró la inyección electrónica y computadoras”.
Ante estos cambios, Enrique continuó preparándose para atender a las nuevas unidades. “Ahora en el 2025 ya es otra cosa, ¡los autos se manejan solos!”. Reconoció también que los mecánicos de más edad están desertando, pues se les está complicando entender el sistema electrónico.
En estas cuatro décadas, la mecánica automotriz dejó de ser un oficio y pasó a ser una profesión altamente especializada. Y a pesar de su evolución, el trabajo continúa siendo el mismo: mantener los autos en movimiento.
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