PyMEs automotrices
La región noroeste del país concentra a un número importante de pequeñas y medianas empresas al servicio de las plantas armadoras de vehículos, dedicadas especialmente al sector tecnológico.
Pese a que en el país desde hace algunos años predominan programas para impulsar el desarrollo de la proveeduría automotriz de pequeñas y medianas empresas, hoy el panorama es poco alentador al existir reducidas oportunidades si el objetivo es llegar a las grandes ensambladoras automotrices.
Como ejemplo, uno de los programas que aún no lanza resultados conforme a lo planeado es el dado a conocer por la Secretaría de Economía (SE) entre 2002 y 2003 denominado “Programa de competitividad para la industria automotriz”, el cual plantea la posibilidad de colocar a México entre los primeros cinco productores de vehículos a nivel mundial, al alcanzar en el 2010 una producción de cuatro millones y un mercado interno de cerca de dos millones de unidades.
Dicho programa, de acuerdo con la SE, además de fortalecer el mercado automotor en todas sus áreas, tiene como línea estratégica impulsar el desarrollo de un mayor número de proveedores de segundo y tercer nivel de la cadena productiva automotriz nacional.
No obstante lo anterior, a decir de César Flores Esquivel, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), sólo del año 2000 a la fecha, se generaron alrededor de 150 proveedores pequeños y medianos directos y cerca de 50 indirectos, lo que aún es insuficiente para las necesidades del sector.
El directivo reconoció que todavía falta mucho por hacer en la materia, por lo que el organismo ya se encuentra en pláticas con el presidente Felipe Calderón Hinojosa, para continuar con el “Programa de desarrollo de proveedores de la industria automotriz”, y de esa manera incrementar los niveles de participación de las empresas de segundo y tercer nivel.
“Hay avances, pero no es suficiente con respecto a los niveles de crecimiento que registran otras naciones, tal como sucede con la industria automotriz de China. Este es el reto para el nuevo gobierno, que es el fomentar la proveeduría de pequeñas y medianas empresas de calidad mundial”, indicó.
De no hacerlo, resaltó César Flores, estaremos en serios problemas en los próximos cuatro o cinco años, periodo en que se prevé se instalen de tres a cuatro plantas automotrices en el país.
Fomentan proveeduría
Aunque existe cierto interés de las grandes armadoras automotrices instaladas en México por fomentar la proveeduría nacional en el sector, sólo algunas firmas han demostrado su apoyo, tal como sucede con Ford, que en el año 2005 puso en marcha nuevas líneas de producción (ensamble de su modelo Fusion), creando un nuevo parque de proveedores, lo que significó una inversión de mil 600 millones de dólares.
Con ello, el parque industrial adjunto a la planta de Ford en Hermosillo, Sonora, estableció al menos 20 grandes proveedores de primera y segunda línea, y otros servicios especializados. Esto, trajo consigo la incorporación de 129 PyMEs que hoy en día ya interactúan con la marca estadounidense y con sus abastecedores de autopartes.
Un análisis del Colegio de Sonora y la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec), destacó que de esas nuevas empresas proveedoras, el 14 por ciento son fabricantes de insumos y partes; 23 por ciento se dedican a servicios técnicos especializados; 25 por ciento son distribuidores de equipo, herramientas y partes; y el 37 por ciento a servicios indirectos.
Explicó que dentro del parque industrial predomina sobre todo un grupo de empresas de base tecnológica, especialistas en automatización, robótica, desarrollo de software, maquinados de precisión, servicios de mantenimiento industrial, entre otras actividades, que se han establecido como proveedoras permanentes de Ford o de sus proveedores de primer nivel.
Se trata de compañías que han sido creadas por ex-empleados de alto rango de la firma automotriz, o que se encuentran insertos en las redes socioprofesionales de la compañía en la localidad.
Los casos más exitosos de esta tendencia, advierten, se localizan en el noroeste del país, en las plantas de Ford, y Toyota, en Baja California.
Como muestra, el Centro de Diseño Industrial y Maquinado de Precisión (Cedimap), ubicado en el parque industrial de Hermosillo, recibió el año pasado por parte de los gobiernos federal y estatal, y empresarios del estado, recursos por 17.5 millones de pesos para impulsar proyectos relacionados con la industria de proveeduría automotriz.
El Cedimap, forma parte de un concepto de integración de empresas, entre ellas Integración Robótica y Mantenimiento Industrial (IRMI), que inició operaciones en 2003 a iniciativa de pequeños empresarios sonorenses con 75 empleos; un año después, creció a 160 trabajadores, y hoy contempla alrededor de 500 lugares de trabajo.
El año pasado, el grupo de pequeñas empresas firmó un acuerdo con Construplan, compañía también de origen sonorense, para desarrollar el Cedimap, y de esa forma apoyar en trabajos de mantenimiento a la planta de Ford, además de otras proveedurías de la zona.
Un estudio realizado por el Colegio de Sonora, reveló que sólo en el 2006, en la zona de Hermosillo se detectó a 166 empresas pequeñas y medianas con potencial para ser proveedores de tecnología de la firma automotriz.
Así, en este rubro, trabajan para Ford compañías como Asesoría Integral de Ingeniería (AIISA), especializada en automatización y diseño de redes, la cual también colabora para otras firmas de autopartes; así como la empresa Integración, Robótica y Mantenimiento Industrial, también proveedora de robots y celdas. Otras más en la zona son: Atronics y Benteler.
Respecto a la zona de Baja California, se estima que por lo menos se encuentran 36 proveedores PyMEs, entre los que destacan: Hikam Electrónica, NKS Safety Technology, y Energy Labs.
Otra de las marcas ensambladoras que también busca fomentar la proveeduría de este sector industrial es DaimlerChrysler, que en conjunto con la SE, el año anterior brindaron apoyos por 91 millones de pesos a pequeñas y medianas empresas del rubro automotor, en el que participaron 25 proveedores nacionales, además contempló el empleo de dos mil 279 trabajadores.
Incubadoras, base del desarrollo
El Programa de Incubación de Empresas, sólo en el sexenio anterior, demostró ser uno de los más exitosos, convirtiéndose en un detonador para la creación de nuevas compañías y generación de empleos.
Por ello, la pasada administración, concluyó con más de 300 incubadoras reconocidas por la SE, entre ellas destacaron seis preincubadoras, pertenecientes a las unidades académicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en las que se asesoró a 55 compañías y presentó más de 500 proyectos emprendedores.
En el ramo automotor, informó la institución académica, se lograron proyectos con tecnología mexicana de motores híbridos; accesos como mangueras y una palanca desmontable de velocidades, que evita el robo del vehículo. Este último, fue desarrollado en el Centro de Incubación de Empresas de Base Tecnológica del IPN.
Para el sexenio de Felipe Calderón, en el primer trimestre del 2007 se tiene previsto la creación de 50 incubadoras, que tendrá un presupuesto de 128 millones de pesos, por lo que recientemente, en una primera etapa, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) anunció la apertura de 30 nuevos centros del tipo, así como una red de incubadoras sociales.
Rafael Rangel Sostmann, rector del ITESM Campus Monterrey, recordó que desde hace dos años la institución cuenta con una red de incubadoras que actualmente le ha permitido instalar 27, en igual número de campus. “Contamos con 816 empresas que están en proceso de incubarse, 168 ya se constituyeron y 79 ya egresaron, las cuales crearon aproximadamente tres mil empleos”.
Más información en Alianza Automotriz 336 marzo de 2007