En el marco de la reunión de la Coalición de Clima y Aire Limpio, llevada a cabo en México, integrantes del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), International Council for Clean Transportation (ICCT); Health Effects Institute (HEI) y Clean Air Institute (CAI) declararon en conferencia de prensa que el carbón negro o ‘black carbon’ es uno de los contaminantes más dañinos para la salud. Las emisiones del popularmente conocido como “hollín” podrían reducirse más del 80 por ciento si se adoptaran estándares internacionales y tecnologías avanzadas para su control.
Adicional a los contaminantes atmosféricos ya conocidos como el ozono y las partículas PM10 y PM2.5, entre otros, se ha identificado que el ‘black carbon’ (uno de los principales componentes de las PM2.5), tiene severos efectos negativos sobre la salud y es un potente agente de cambio climático a nivel mundial. La quema de diésel en los camiones de pasajeros y carga es la fuente principal de este contaminante. Su peligrosidad cobra especial relevancia, porque en 2012 la Agencia para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó por primera vez que las particulas generadas por la combustión de diésel ocasionan cáncer de pulmón.
Sobre el daño que causan las partículas en la salud de la población, entre las que se encuentra el black carbon, Dan Greenbaum de HEI, declaró: “Las partículas suspendidas tienen efectos muy considerables en la salud pública en América Latina y, específicamente en México. Las cifras más recientes del Global Burden of Disease, publicado por el diario médico británico The Lancet, señaló que este contaminante contribuye con más de 13 mil muertes prematuras y con más de 300 mil días de vida perdidos en México cada año”.
Por su parte, Sergio Sánchez señaló que estimaciones preliminares realizadas por el Clean Air Institute indican que las emisiones de carbón negro generadas en la Zona Metropolitana del Valle de México, podrían reducirse en alrededor en casi un 60 por ciento en los próximos 10 años con respecto a las emisiones actuales. Ello sería posible con un conjunto de medidas que incluyen:
– La introducción de vehículos nuevos con tecnologías más limpias, la retroadaptación de trampas de partículas en autobuses y camiones en circulación y la chatarrización de unidades obsoletas.
– La implantación masiva de hábitos de conducción ecoeficiente y la mejora ambiental y energética de las flotas de transporte de carga y pasaje.
– Que PEMEX haga disponible y distribuya diésel de ultra bajo contenido de azufre en todo el territorio nacional para hacer posible la introducción de vehículos pesados de última tecnología más limpios y la retroadaptación de trampas de partículas.
– Trabajar en esquemas de financiamiento innovadores que impulsen dichas tecnologías más limpias y hagan factible la retroadaptación de trampas de partículas.
Según estudios exhaustivos que ha desarrollado HEI a los nuevos motores a diésel y combustible se ha demostrado que con combustibles limpios y mejores tecnologías las emisiones de partículas suspendidas pueden disminuir hasta en un 98 por ciento por cada vehículo.
Kate Blumberg de ICCT manifestó que si en nuestro país se llevaran a cabo políticas públicas que combinen combustibles limpios con normas más estrictas para límites de contaminantes del aire, para el año de 2030 se ahorrarían entre 190 a 580 mil millones de pesos derivado de los costos de salud que podrían evitarse. Asimismo si las normas de los combustibles de ultra bajo azufre se homologaran con los estándares internacionales, podrían salvarse 4 mil vidas al año como resultado de la reducción de emisiones de partículas provenientes de los vehículos pesados que utilizan diésel.
De acuerdo con datos del Estudio de Salud y Contaminación del Aire en Latinoamérica (ESCALA) se han encontrado en América Latina aumentos constantes en la mortalidad de la población en los días siguientes a niveles elevados de contaminación del aire. En general, el análisis encontró que el número de muertes aumentó para todas las causas de mortalidad, y una mayor cantidad de fallecimientos por padecimiento respiratorio, accidente cerebrovascular y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Con base en estos resultados, se estima que si la Ciudad de México siguiera los parámetros que marcan las Guías de Calidad del Aire, propuestas por la OMS, se evitarían 38 mil muertes prematuras y 800 mil casos de infección pulmonar infantil (la principal causa de niños) en los próximos 15 años.
Leticia Pineda del CEMDA, reiteró el llamado al gobierno federal para que se lleven a cabo de inmediato acciones integrales para controlar las emisiones del sector transporte, las cuales tienen que ver con actualizar las normas que establecen los límites de emisiones, distribuir a nivel nacional combustibles limpios de ultra bajo contenido de azufre e introducir tecnologías alineadas a las mejores prácticas internacionales.