La clasificación de aceites de motor del American Petroleum Institute (API) es uno de los estándares más importantes a nivel mundial para garantizar la calidad y el rendimiento de los lubricantes. Entre estas clasificaciones, la categoría API SM tiene un papel destacado, especialmente para los motores de gasolina de vehículos fabricados en 2010 y años anteriores.
El API fue fundado en 1919 y desde entonces se ha enfocado en la calidad de los aceites y su impacto ambiental. Sus estándares aseguran que los lubricantes ofrezcan la protección adecuada para los motores y cumplan con los requisitos de desempeño establecidos por los fabricantes de automóviles.
Significado de las letras
La nomenclatura API combina letras para identificar el tipo de motor y la generación del aceite. La letra “S” se refiere a motores de encendido por chispa (spark), es decir, motores de gasolina con bujías. La letra “M” indica la versión dentro de la serie de clasificaciones progresivas de API. Por ello, los aceites API SM están diseñados, de nueva cuenta, para proteger motores de automóviles hasta el año modelo 2010.
Estos aceites incluyen aditivos que brindan protección contra el desgaste y la corrosión, reducen la formación de depósitos y ayudan a mantener el motor limpio y duradero. Su uso es clave para cumplir con estándares de emisiones más estrictos y garantizar un desempeño confiable bajo diversas condiciones de operación.
¿Qué otras clasificaciones existen?
La evolución de las categorías API responde a las necesidades de los fabricantes. Por ejemplo, API SL se recomienda para vehículos de 2001 a 2010, mientras que API SN está pensada para motores más recientes, con mayores exigencias de eficiencia y control de emisiones.
Aunque muchos motores antiguos aún pueden beneficiarse de clasificaciones anteriores, los autos más nuevos requieren aceites con estándares más recientes para proteger adecuadamente el motor. Para los propietarios de vehículos del 2010 o anteriores, usar aceite API SM es fundamental para mantener un rendimiento confiable, cumplir con los requisitos de garantía y asegurar una lubricación efectiva en distintas condiciones de manejo.
Sumado a esto se contribuye a la eficiencia del combustible y ayuda a reducir emisiones nocivas. Más allá de seleccionar la clasificación correcta, es importante complementar el uso del aceite con un mantenimiento responsable.
Con esta información podrás hacer que tu motor funcione de manera óptima, prolongar su vida útil y proteger tanto a tu vehículo como al medio ambiente.