En este año, las empresas de manufactura de autos y autopartes se verán exigidas para optimizar sus procesos para lograr mayor calidad, eficiencia, agilidad y velocidad, señaló José Rivero, Country Manager de Infor México.
La transformación digital conectada, automatizada y electrificada (CASE) está cambiando la industria automotriz. Los modelos lineales focalizados en el producto desarrollados sobre datos estructurados se están reemplazando por ecosistemas empresariales colaborativos impulsados por datos.
La nueva frontera para la creación de valor ya no es solo sobre el producto, es sobre brindar una experiencia del cliente diferencial y personalizada.
Con estos retos en puerta, la industria automotriz tiene cinco grandes áreas de oportunidad para los próximos años:
Innovación del producto y de los servicios
Colaboración empresarial
Gestión de la cadena de suministro
Excelencia Operacional
Transformación Digital
En estos tiempos, los fabricantes de automóviles y los proveedores deben ser lo suficientemente ágil y adaptable para aprovechar las nuevas tecnologías de propulsión, y continuar produciendo ofertas “tradicionales”; como vehículos con motor de combustión interna y sus componentes, cumpliendo con normas de mayor sustentabilidad y demandas reglamentarias.
La transformación digital impulsada por datos brinda el potencial de rediseñar y optimizar la huella de la manufactura automotriz global, posicionando las fábricas más cerca de los mercados, disminuyendo problemáticas logísticas y aumentando la visibilidad entre los socios del ecosistema que incluyen empresas de manufactura, proveedores y clientes.
Asimismo, en una industria de capital intensivo como la automotriz, la tecnología de manufactura inteligente puede tener un impacto positivo considerable en el retorno de la inversión y en la rentabilidad. A pesar de los beneficios, muchas empresas de manufactura están recién empezando a ver el verdadero potencial de las fábricas inteligentes.