Con 49 años de labor ininterrumpida, la planta de Cuautitlán se ha convertido en uno de los motores de crecimiento de Ford debido a los más de 2.6 millones de vehículos que han fabricado desde su apertura.
Luego de producir unidades de carga como el F-150, F-250 y F-550, así como los autos Mercury, Grand Marquis, Ford Thunderbird y Mercury Cougar, en 2011 la planta vivió un proceso de transformación y se convirtió en el hogar de Ford Fiesta consolidándose como ejemplo de innovación dentro de la compañía.
La Planta de Cuautitlán es el principal proveedor de este modelo para los mercados de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos y México.
Acreedora a reconocimientos internacionales, la planta de Cuautitlán se ha convertido en un referente en temas de sustentabilidad y optimización de procesos, cumpliendo siempre con la promesa de Ford por ir más lejos. Actualmente la planta de Cuautitlán está equipada con líneas de alta productividad, 270 robots, sistemas de medición en línea, plataformas ergonómicas ajustables en el área de tapicería e instalaciones de pintura más eficientes y amigables con el medio ambiente.
Al respecto del aniversario, el presidente y director general de Ford de México, Gabriel López, declaró que éste representa “casi cinco décadas de trabajo incansable y creatividad mexicana que se ven hoy reflejadas en productos de la más alta calidad”.