Una de las tendencias en construcción y tecnología en la industria automotriz mundial tiene que ver con el postulado Cero Emisiones, Cero Accidentes. Basados en la segunda de estas declaraciones Ford de México diseñó el programa Ford Driving Skills for Life, una serie de conferencias y pruebas de manejo gratuitas para proporcionar a las jóvenes herramientas de conducción seguras a través de talleres teóricos y prácticos.
“De acuerdo a datos del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, en México mueren al año 24 mil personas derivado de accidentes de tránsito. De los involucrados, 28% son jóvenes hombres de entre 15 y 29 años y 6 % son mujeres en el mismo rango de edad”, declaró Gabriel López, CEO y director general de Ford México. “Por este motivo, y celebrando nuestros primeros 90 años en México, decidimos llevar a cabo este programa. Driving Skills for Life México es un ejemplo del impacto de los pequeños cambios individuales. Estamos seguros que a través de este proyecto lograremos modificar el modo de manejar de un porcentaje de nuestra población”, agregó el directivo.
La cita para estas pruebas se programó en punto de la una de la tarde en el estacionamiento del Estadio Azteca. Todo inició con una charla de concientización para lograr la reflexión sobre uno de los actos que, en años pasados, mató más jóvenes en México: Manejar bajo la influencia de alguna droga.
Posteriormente un grupo de 20 pilotos profesionales se presentó y dio una pequeña introducción de lo que haríamos en sus módulos. Cinco minutos más tarde ya estábamos subidos en un Ford Fiesta para realizar la primera prueba de manejo que consistía en usar un visor graduado que simulaba la visión de una persona que excedió de manera considerable el límite de alcohol permitido para manejar. Una prueba fiel de como un conductor puede perder fácilmente el trazado de la ruta.
Una vez terminado ese módulo los pilotos nos canalizaron a otra prueba donde el objetivo era mostrar como uno puede perder el control del automóvil cuando está distraído con el celular así que el piloto que venía a un lado de mi me pidió hacerme una selfie mientras conducía por un circuito angosto rodeado por conos naranjas que debían permanecer intactos a mi paso, lo cual nunca pasó.
Por último, nos subimos a bordo de un Ford Mustang para aprender a controlar un automóvil cuando entramos a una curva con demasiada velocidad. Para esto el Mustang estaba equipado con un juego de patines en las ruedas traseras que ayudaban a perder el control del vehículo de una manera más fácil y así destacar o desnudar las habilidades del conductor al volante. Una experiencia redonda que sin duda salvará vidas en el futuro.