Estudió Ingeniería Mecánica Electricista, graduado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fundó Interfil en 1980, empresa 100 por ciento mexicana. Hoy en día es una de las empresas más grandes de Latinoamérica de filtros automotrices, operada y dirigida por una nueva generación de mexicanos con una visión completa de negocios globales.
¿Cómo surge la idea de formar Interfil?
Inicia a finales de los años 70, en la administración de López Portillo; él hablaba de saber cómo administrar la abundancia porque a México le esperaban muchos años más de prosperidad, progreso y crecimiento. Fue entonces cuando decidí salirme de la empresa donde trabajaba, la cual se dedicaba a la fabricación de equipos para refrigeración.
Con esa experiencia, decidí comenzar mi propio negocio en el mismo ramo. Cinco años después, inicie la producción de filtros para gasolina; y de ahí seguí desarrollando otras líneas de filtración en el ramo automotriz como: filtros de aire, aceite, y ahora también para transmisión y cabina. Es así que ahora tenemos una gama completa de productos en este segmento, además de que recientemente incursionamos en equipo pesado.
¿Fue difícil incursionar en el sector automotriz?
Sí, porque es un segmento muy difícil, sobre todo si la idea es ser proveedor de partes originales. Eso nos costó mucho trabajo, el demostrar que como empresa mexicana tenemos todas las capacidades tecnológicas para cumplir con las especificaciones que exigen las armadoras de otros países que están instaladas en México.
¿Cuáles fueron los momentos más complicados que enfrentó en los inicios de Interfil?
Fueron muchos los obstáculos, desde la “tramitología” con el gobierno estatal y municipal para instalar la planta, ubicada en principio, en Naucalpan, Estado de México; así como instalar las líneas telefónicas, ya que era complicado. A ello, se sumó los permisos de funcionamiento, entre otros trámites engorrosos.
¿En qué momento deciden mudarse de instalaciones?
A raíz del crecimiento del negocio, pues la planta de Naucalpan tenía una extensión de 400 metros cuadrados, y ahora, en Tultitlán, también situada en zona mexiquense, contamos con 22 mil metros cuadrados.
Asimismo, de iniciar con sólo tres personas, ahora sumamos más de 650. En esta planta, se ubica la manufactura de los productos, almacenes, laboratorios, ingeniería e investigación, y las áreas de ventas y administración.
Hablando de logros, ¿cuál fue el éxito que permitió el crecimiento de la empresa?
Perseverancia, mucho trabajo en equipo y no darse por vencido en épocas complicadas, siempre es mirar hacia adelante.
Ya son más de 30 años de Interfil, ¿qué satisfacciones le ha dado?
Este 2011 cumplimos 31 años; la satisfacción ha sido grande, ya que empezamos sólo tres empleados y ahora somos 650, evidentemente hemos ayudado a que la economía del país crezca al crear fuentes de trabajo y pagando impuestos.
Asimismo, hemos expandido el negocio, siguiendo nuestra visión de ser la empresa líder en México en la manufactura y comercialización de filtros automotrices, proporcionando la línea más completa del mercado. Además, somos reconocidos tanto en México como en el extranjero por la calidad y el servicio que brindamos a nuestros clientes.
¿Cuáles son las principales fortalezas de los productos de Interfil?
Somos fabricantes de Equipo Original, cumplimos con todas las especificaciones. El producto que va al mercado de repuesto, de igual manera cumple con estas especificaciones, tal y como se los vendemos a las plantas armadoras.
Actualmente, ¿en qué nuevos segmentos participan?
Básicamente son filtros, recientemente entramos al mercado de equipo pesado, negocio que también es importante, esa expansión fue un paso lógico de seguir creciendo, al ampliar nuestras líneas.
En este nuevo mercado iniciamos a finales del año pasado, desde entonces, a la fecha, hemos tenido muy buena aceptación, al estar soportado por la calidad de los filtros de vehículos ligeros, ahora estamos labrando el nombre de Interfil en el nicho de pesado.