Mantener una correcta presión en los neumáticos es crucial por varias razones importantes: ofrece una mejor estabilidad del vehículo, permite un mayor ahorro en el uso del combustible, desgasta de manera uniforme las llantas, y brinda un manejo y frenado seguros.
Los neumáticos con buena presión reducen la resistencia a la rodadura, lo que significa que el motor no tiene que trabajar de manera exigente para mover el vehículo, por lo que se eficienta el uso del combustible y se reducen las emisiones contaminantes.
Por tal motivo, Goodyear Tire y Rubber Company desarrollaron la tecnología de mantenimiento de aire (Air Maintenance Technology), la cual permite que las llantas se autorregulen y mantengan una presión óptima en el camino.
Cabe destacar que esto es posible sin la necesidad de bombas o dispositivos mecánicos o electrónicos externos, pues los componentes de este sistema se encuentran dentro del neumático.
La tecnología de mantenimiento de aire funciona gracias a una bomba peristáltica que está incluida en la llanta, lo que permite que ella misma identifique cuando la presión está baja y se autorregula al momento de rodar.
Lo anterior reduce las emisiones contaminantes, promueve una mayor vida del neumático, aumenta la seguridad de los pasajeros y mejora el desempeño del vehículo.
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