Para HR Ratings, la llegada del T-MEC es una apuesta de alto riesgo en el que se puede tener un ganar-ganar o un desplome total para México y Estados Unidos en el sector automotriz.
Si bien menciona que hay muchas variables a considerar, en el corto plazo ve un impacto marginal, pero para el largo plazo será necesario saber “el efecto neto de los dos cambios más importantes: 1) El incremento del contenido regional requerido en la industria automotriz, y 2) las medidas que tienen la intención de aumentar la participación estadounidense dentro del incremento del contenido regional”
Para esto menciona que hay que considerar que las reglas de origen han aumentado y que el acuerdo es muy restrictivo al querer EU defender su industria.
Sin embargo, los cambios supondrían una oportunidad para que los participantes mejoren su industria con inversión y con ello mejoren la competencia de la región, pero también un bache ya que podrían subir los costos de producción, lo que abriría el camino a los productos chinos, los cuales serían más baratos a pesar de los aranceles.
Como positivo, la calificadora señala que exista un acuerdo ante las amenazas que se hicieron, se da un piso sobre el cual las empresas pueden comenzar a hacer cambios hacia lo que viene.
Sin embargo, diversos especialistas en el sector señalan que el T-MEC es una gran oportunidad para México, sobre todo en autopartes, siempre y cuando acaten las reglas de origen.
Por su parte, Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la AMIA, señaló que el gran reto es invertir en la industria acerera nacional.