La invasión de Rusia a Ucrania tiene en vilo a todo el mundo, pues este día se llevará a cabo una tercera ronda de diálogo entre ambos gobiernos para tratar de llegar a una solución pacífica para este conflicto armado.
Mientras tanto el mundo entero ha expresado su rechazo a las acciones del gobierno ruso al imponer castigos económicos y comerciales (como no comprar su petróleo o cerrar sus ductos de gas).
La industria automotriz también impuso castigos a Rusia, entre estas medidas destaca la acción de Volkswagen quien detuvo la producción de los vehículos, Kaluga, Nizhny Novgorod hasta nuevo aviso, además de detener las exportaciones de vehículos a Rusia, informó la compañía en un mensaje en su Linkedin global.
Por su parte, Volvo Cars y Volvo Trucks dejarán de vender unidades en aquel país, explicó la empresa en un comunicado de prensa, puntualizó la agencia Reuters.
Mientras que Renault y su marca Lada es uno de los principales productores de vehículos de Rusia, comienza a resentir el conflicto armado, pues la falta de insumos para producir sus autos en ésta región puede provocar el cierre de sus líneas de producción.
Por el mismo tenor se manifestó Toyota, quien a través de un comunicado de prensa, informó que detendrá operaciones en su planta de San Petersburgo debido a la falta de suministros, además detener la importación de unidades.
Otras armadoras tomaron acciones más directas al apoyar económicamente a organizaciones de ayuda humanitaria a favor de Ucrania, tal fue el caso de Stellantis.
Con estas acciones la industria automotriz muestra su lado solidario y busca presionar para detener el conflicto armado.