Inventarios. Sobre las olas

Los retrasos en las cadenas de suministros continuarán por un largo tiempo afectando 
a las cadenas de suministro del sector automotriz

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Así como el mar va y viene, incesante y cambiante, la logística actual se mueve al mismo ritmo, un día los puertos están detenidos; otro, los puertos están sobresaturados; un día faltan productos, otros días estos productos elevan sus precios por las nubes, esta es la nueva realidad con la que tenemos que “aprender a bailar”.

Primer movimiento

Antes de comenzar el baile, es necesario conocer la pista, entender el movimiento.

“En la logística internacional toda la dinámica de los contenedores está ligada a los itinerarios de los buques que tienen rutas predeterminadas por todo el mundo. Es un circuito, salen con fechas preestablecidas de Asia o Europa hacía América, pasando de un puerto a otro donde entregan contenedores y regresan con contenedores vacíos”, explicó Víctor Manuel Benavides Quintero, director general de TIBA México y miembro del Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (CONALOG), a Alianza Automotriz.

Esta fue la pista que funcionó durante largo tiempo; sin embargo, la pandemia rompió este circuito, pues al comenzar el confinamiento las personas dejaron sus trabajos presenciales, los puertos se detuvieron y comenzó el caos.

Asia es el principal fabricante de productos a nivel mundial, desde materia prima hasta manufactura avanzada, por lo que el cierre de sus fronteras y sus puertos generó graves problemas en todo el mundo.

“Cuando se para la actividad de carga y descarga de los puertos se empieza a generar tráfico de buques marítimos, mucha carga deja de salir, entonces tampoco llegan contenedores vacíos de otros puertos”, explicó.

Entonces surge el conflicto y el problema se agudiza, hay pocos contenedores y mucha demanda, esto hace que los precios se empiecen a disparar.

Dos pasos atrás

Una vez que los buques llegan a los puertos comienza un segundo movimiento en esta danza.

“Dependiendo del tamaño del buque y del puerto, la descarga (de contenedores) se da en dos o tres días, después el proceso de despacho o liberación un par de días más, un proceso bastante ágil de cuatro a seis días. Lo que pasó fue que empezamos a hablar de semanas, esos días se convirtieron en dos o tres semanas”, puntualizó el especialista en logística.

A esta problemática se sumó la falta de productos, pues las fábricas también cerraron por falta de material y personal, lo que agudizó la crisis. “Al sector automotriz le pegó doble, por la parte de la producción y por la parte logística”.

Un paso adelante

Esta problemática causó bastante temor en los distribuidores de autopartes mexicanos, “no teníamos un parámetro sobre este tipo de problemas, la incertidumbre económica  nos invadió. No sabíamos qué iba a suceder con el comercio internacional. La pandemia todavía no llegaba a México, esa incertidumbre fue el principal reto”, reconoció Francisco Hernández, gerente de Mercadotecnia de Distribuciones Sagaji.

Sin embargo, Sagaji previno esa situación gracias a sus contactos asiáticos que le avisaron con tiempo el desarrollo de la pandemia en esa región y ellos pudieron planear mejor sus compras.

“Empezamos a integrar muy bien cada una de las líneas para garantizar un buen inventario que atendiera la demanda, nosotros empezamos a prever y cuando se decretó la cuarentena no hicimos compras emergentes sino mejor pensadas”, manifestó Miguel Sánchez, gerente de compras de Distribuciones Sagaji.

Gracias a esta estrategia, el mayorista creó una red de proveedores nacionales e internacionales para minimizar el impacto en su integración de los inventarios, sin embargo, enfrentó un nuevo problema: la volatilidad en los precios debido al aumento de precio en los contenedores.

“Tratamos de tener un precio competitivo y absorber ese gasto, pero el incremento (en los contenedores) fue bastante considerable”, comentó Miguel.

Parte de su estrategia consiste en tener varias alternativas de productos, siempre con la garantía de ofrecer opciones de precio y calidad.

Y regresamos

El reciente rebrote de COVID en China volvió a poner al mundo en jaque, pues otra vez se pararon las cadenas de producción, sin embargo, ahora la sociedad está preparada, “se aprendieron muchas cosas, cada empresa tiene una mejor diversificación geográfica y de proveedores”, indicó Víctor Manuel Benavides.

“Ya no vamos a regresar a los niveles prepandemia, si vamos a mejorar, antes los costos de contenedores estaban en 3 mil o 4 mil dólares, llegaron a estar a 15 mil dólares, actualmente estamos en un punto medio de 7 mil u 8 mil dólares”.

“Tenemos que aprender a vivir con estos altibajos, seis meses de estabilidad y después un rebrote de COVID o una guerra y otra vez un retraso en las cadenas de suministro. La prevención debe prevalecer porque estas disrupciones van a seguir pasado”, afirmó el especialista logístico.

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