Jaguar Land Rover (JLR) busca reducir el desperdicio en sus operaciones en Reino Unido y Europa con una innovadora estrategia de economía circular valorada en 100 millones de libras.
La iniciativa se basa en la reutilización, reacondicionamiento, reconversión y reciclaje de equipos y herramientas, alineándose con la transformación de la compañía hacia la electrificación.
En esta nueva fase, JLR ha recuperado decenas de miles de piezas, desde líneas de producción completas hasta simples destornilladores. Estas piezas se han reincorporado a otras instalaciones tras evaluar su viabilidad técnica y económica, evitando así la compra de nuevo equipamiento.
Una de las medidas más significativas ha sido la instalación de cientos de robots reacondicionados, que ya están en operación fabricando vehículos eléctricos y paquetes de baterías. Además, el reciclaje de 18.600 toneladas de chatarra metálica ha contribuido significativamente a la reducción de emisiones, evitando la generación de aproximadamente 1.258 kg de CO₂e por tonelada de acero producido.
“JLR busca actuar como un usuario responsable de los recursos, maximizando el reciclaje y la reconversión. No solo es lo correcto, también mejora la rentabilidad y fortalece nuestra cadena de suministro”, indicó Andrea Debbane, directora de Sostenibilidad de JLR.
Como parte de este esfuerzo, la empresa ha desarrollado un nuevo sistema digital de gestión de activos que controla todo el ciclo de vida de los equipos, desde su adquisición hasta su desecho o reutilización. Este sistema incluye un mercado interno para facilitar la redistribución eficiente de recursos.
Este proceso se consolida así como un pilar clave en la visión de JLR para convertirse en una empresa de lujo moderna y sostenible, redefiniendo su impacto ambiental y social a largo plazo.