El plan de Japón es que para 2050 tengan una nación neutra en emisiones y para lograr eso busca decretar el fin del motor de combustión para el 2030.
La iniciativa que eliminaría la venta de motores a gasolina y diésel aún está discusión, pero tiene un buen recibimiento.
Esta misma iniciativa busca reducir drásticamente la dependencia del país nipón sobre el petróleo, el cual importa al 100%.
Katsunobu Kato, portavoz del gobierno de Japón, declaró que el Ministerio de Industria busca perfilar un plan de trabajo para finales de este año para reducir sus emisiones.
Cabe destacar que hasta ahora, el 30% del mercado japonés es ocupado por autos eléctricos o híbridos.
Y se espera que, aún con los motores a combustión, los coches ‘verdes’ crezcan hasta acaparar el 55% del mercado para el 2030, de ahí la fecha establecida.
Con este movimiento, Japón se une a varios países europeos que han determinado una fecha de muerte para la venta de motores a combustión.