Francisco González, Presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Jean-François Champagne, Presidente y CEO de la AIA de Canadá y Paul McCarthy, Presidente de MEMA Aftermarket Suppliers, discutieron las implicaciones económicas y logísticas de las políticas arancelarias dichas por Donald Trump, Presidente de Estados Unidos.
Durante el International Aftermarket Summit (IAS) abordaron temas como los aranceles del 25% a vehículos y autopartes fabricados fuera de Estados Unidos, así como medidas los impuestos adicionales al aluminio, acero y cobre, acciones que han generado incertidumbre en la cadena de suministro.
“El ensamblaje de un vehículo implica el cruce de piezas entre Canadá y Estados Unidos hasta siete veces”, puntualizó el vocero canadiense, quién explicó que los aranceles han alterado el “delicado equilibrio y amenaza la competitividad del sector”. Aunque Canadá ha evitado imponer aranceles recíprocos, el país no descarta medidas si la situación se agrava.
Por su parte, McCarthy explicó que algunas inversiones en el sector se han detenido por falta de certidumbre. “Las estrategias están detenidas porque no sabemos a qué reglas jugar”, señaló. En su opinión, la falta de certidumbre frena la innovación y convierte a las empresas en “burócratas arancelarios”, concentradas más en papeleo que en desarrollo.
Mientras que Francisco González explicó que México busca proteger esta cadena de suministro con ayuda del gobierno con el denominado Plan 2030.
A pesar del contexto desafiante, los panelistas coincidieron en que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sigue siendo una herramienta vital para el comercio regional. También advirtieron sobre el riesgo de que futuras renegociaciones o acuerdos bilaterales fragmenten los logros alcanzados, añadiendo complejidad innecesaria.
“La industria automotriz del continente ha sido construida con base en la integración. Romper eso tendría un costo muy alto”, puntualizó Champagne.