El compromiso con la sustentabilidad ambiental, ahorro y generación de energía, han logrado captar la atención de la industria de lubricantes, negocio que anualmente abastece al parque vehicular con un promedio de 10 litros por unidad.
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Por su importancia para el cuidado de los motores, el lubricante automotriz es uno de los productos de mayor consumo, mejorando en los últimos años su composición, debido a las exigencias ambientales y los requerimientos de los fabricantes de vehículos.
Durante el mes de diciembre de 2010, el Banco de Información Económica del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó que el valor total en la fabricación de aceites y grasas lubricantes fue de 1, 185, 995 millones de pesos, de los cuales el segmento de lubricantes aportó 529 mil 52 millones.
En este contexto, las contribuciones del sector empresarial en la sustentabilidad ambiental se han fortalecido, por ejemplo existen pinturas base agua para el segmento de repintado automotriz, libres de solventes y en otros casos, aceites y lubricantes capaces de convertir los agentes contaminantes en no nocivos, además de mejorar el desempeño de sus productos.
Para muestra, Quaker State, fabricante de grasas, aceites y aditivos, recientemente puso al mercado su nueva formulación DIFAY Alto kilometraje, aceite diseñado para vehículos seminuevos que por diferentes circunstancias comienzan a presentar desgaste, por lo que es capaz de detener el daño hasta en un 98 por ciento.
Carlos Cámara Cruz, director de Servicio al Cliente Quaker State, detalló que parte del compromiso con el ambiente se debe que al ser una empresa socialmente responsable y comprometida, la marca desarrolla productos que protegen y prolongan la vida de los convertidores catalíticos de los vehículos, con el fin de obtener una mejor calidad del aire y mejorar el ahorro de combustible.
“En octubre de 2010 salió al mercado la nueva Norma API SN ILSAC GF-5, políticas que entre otros beneficios, buscan alargar la vida de los convertidores catalíticos para transformar los gases nocivos en inofensivos y Quaker State fue la primer marca en lanzar dicha norma”, aseveró el directivo.
Agregó que la industria de lubricantes en el país se resume en dos puntos: por un lado, busca eliminar el uso de aceites monogrados y utilizar únicamente aceites multigrados, especialmente, ahorradores de combustible.
Y por otra parte, dijo, los estudios de mercado muestran que el propietario se está quedando con su auto mucho más tiempo, por lo tanto, busca prolongar la vida de su motor.
Otra de las marcas fuertemente comprometidas en el tema es Shell.
Aquí, Karen Busto, gerente de marketing División Lubricantes de Grupo Pochteca, macro distribuidor de lubricantes Shell y Pennzoil en México, coincidió en que el mercado de lubricantes es cada vez más competitivo y los consumidores tienen mayor información de la importancia de un buen lubricante.
“Esto obliga a las marcas a contar con productos que cuenten con las últimas especificaciones de la industria y que sirvan para cuidar los motores de sus vehículos. En México están los principales jugadores a nivel internacional, lo que exige ofrecer los mejores productos a nivel mundial”, apuntó.
Refirió que actualmente Shell invierte 1.3 billones de dólares en investigación y desarrollo de los productos lubricantes tanto para la industria automotriz como para la industria, innovaciones en las que se entrega una máxima tecnología en limpieza de los motores.
“El compromiso ambiental de Shell y Pennzoil con el medio ambiente se ve reflejado en el desarrollo de productos formulados con aceites básicos y aditivos de altísima calidad, los cuales a través de sus tecnologías permiten que los motores funcionen mejor y tengan una mejor limpieza”, señaló.
Expresó que esto se traduce en ahorro en consumo de combustible y en la disminución de emisiones contaminantes.
“Estamos comenzando a formular productos lubricantes con derivados básicos del gas natural a través de una tecnología desarrollada por la marca, denominada GTL (gas to liquids), la cual ofrece productos más limpios y menos contaminantes, incluso, la única planta de básicos GTL está en Qatar y es propiedad de Shell”.
Otra de las marcas que en los últimos años ha redoblado los esfuerzos es ExxonMobil, luego de que anunciara para el Continente Americano una inversión de 50 mil millones de dólares en los últimos cinco años.
Cantidad destinada, informó, a la exploración y desarrollo de nuevos proyectos energéticos, además de capacitar a sus empleados y proveedores.
Al respecto, Pablo Conrad, director general en México, definió que todos los productos de la firma están cobrando mayor impulso en temas de ahorro energético y sustentabilidad, temas prioritarios en los procesos de investigación y desarrollo.
“Con que los lubricantes sintéticos, con sus moléculas tan particulares y su amplio rango de viscosidad a bajas temperaturas, son ideales para ahorrar combustible y proteger el equipo al mismo tiempo”, reiteró.
Desarrollo continuo
Como parte de su perspectiva a los siguientes años, Karen Busto habló de la oportunidad de ofrecer productos lubricantes que ayuden a bajar las emisiones de gases contaminantes al medio ambiente, es hoy una obligación de cualquier productor de lubricantes.
“Es por eso que cada vez es necesario invertir más recursos en el desarrollo de tecnologías que permitan apoyar a reducir el impacto ambiental”, expresó.
Por su parte, Pablo Conrad de ExxonMobil, reiteró que la industria de lubricantes está muy conectada con el mercado norteamericano, tanto en su matriz productiva, como en su sistema de transporte.
“Es por eso que vemos una evolución convergente con la situación del transporte automotriz de Estados Unidos en cuanto a la demanda de lubricantes de alta calidad que ayuden a los motores y equipos a producir cada vez más, y al mismo tiempo disminuir las emisiones contaminantes. Vemos un mercado que requiere mayor productividad y sustentabilidad”, finalizó el directivo.