La movilidad urbana moderna tiene una tendencia cada vez mayor al uso de bicis, e incluso scooters, para desplazarse por la ciudad y evitar el tráfico consecuencia de esto son los accidentes que suceden cuando un automovilista abre la puerta sin percatarse del ciclista que viene atrás y todo acaba en un choque.
Este acto conocido como “dooring” provoca al menos 200 accidentes al año en Holanda donde la cultura ciclista es muy grande con un aproximado de 22 millones de bicicletas en el país y con ciudades como Ámsterdam donde el 50 por ciento de los trayectos se realiza en pedales.
Ante esta realidad, es población ha creado un movimiento que se ha bautizado como “maniobra holandesa” que obliga a los automovilistas a ver si viene un ciclista por detrás, es muy simple, abrir la puerta con la mano derecha y no con la izquierda como intuitivamente se hace.
Este sencillo cambio de manos, obliga a los conductores a girar su torso y cabeza hacia atrás, con lo que se puede ver de manera sencilla si una bicicleta está cerca del auto y así evitar un accidente.
Esta maniobra ha ganado popularidad en Europa e incluso existe la página de internet Dutch Reach Project, en la que se dan consejos para fomentar el movimiento y para volverlo intuitivo y así evitar muertes, de las cuales han sido registradas en todo el mundo.